Enseñar idiomas a los niños desde edades tempranas es una práctica cada vez más habitual en nuestro país, proliferan los colegios bilingües (o que afirman serlo) donde se compagina el inglés con el castellano, a través de juegos, canciones o libros divertidos. Porque se tiene la creencia de que los niños son esponjas, que su corta edad les permite aprender todo lo que se les enseñe, lo cual no es del todo cierto, puesto que prestaran más atención a aquello que más les interese, lo cual es lógico, si se ven forzados no querrán saber nada. Da igual que se haga de manera amena y divertida, no entrara dentro de su campo de atención.
Existe también la creencia de que ser bilingüe solo se puede conseguir si el niño empieza a hablar simultáneamente dos idiomas, es un mito que no se pueda ser bilingüe pasada cierta edad, aunque lo ideal es comenzar en paralelo, se puede ser bilingüe aprendiendo más adelante. Que pensándolo bien quizás sea la opción mas acertada, puesto que el niño tendrá una maduración intelectual que no tiene con 2-3 años. Los niños nacen con el cerebro “vacío” y con la necesidad y el ímpetu de llenarlo, de vivencias, de conocimientos y experiencias, pero un niño sobreestimulado tampoco es sano.
No alcanzar un buen desarrollo en su propia lengua puede llevar al niño a tener problemas a la hora de adquirir otra lengua, problemas que se irán arrastrando a lo largo de los años si no se detecta y se pone solución a tiempo. Es por ello que son muchas las voces que piden que se instaure una segunda lengua cuando ya esté consolidada la lengua materna, porque los conocimientos no se podrán adquirir de la manera correcta, siendo más perjudicial que beneficioso para el niño.
Otro problema que nos podemos encontrar es que en casa el niño no cuente con el apoyo necesario, es decir, padres que no saben ese idioma que el niño esta aprendiendo, con lo cual no pueden ayudarle en las tareas o hablar con él en ese idioma para afianzar conocimientos.
Incluso existen estudios que dicen que los pequeños que han sido educados en dos idiomas dentro del seno familiar muestran un mayor índice de tartamudeo al llegar a una edad media de 12 años, por otro lado, los niños monolingües o los que únicamente hablaban un idioma en su hogar, aunque fuese una lengua extranjera, tienen una facilidad mayor para superar este problema.
Y es que la globalización ha fomentado el bilingüismo, no es algo que en la mayoría de casos sea elegido, por gustos o por vocación, sino que es algo impuesto derivado de este proceso tan complejo, porque sabiendo español e inglés puedes viajar o trabajar en cualquier parte del mundo.
Lo que está claro es que si el niño tiene complicaciones en la adquisición de su lengua materna no es recomendable el inicio del aprendizaje de una segunda lengua; ya que las dificultades aumentarán y los conocimientos sobre las lenguas se acabarán mezclando.
¿Estás a favor o en contra de enseñar idiomas desde edades tempranas?
¿Ves más ventajas que desventajas en adquirir una segunda lengua?
Formación relacionada
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Sin duda el ser bilingue es una gran ventaja a nivel laboral, por eso seria recomendable que todos los padres enseñar o pagaran un profesor para que los niños se puedan desarrollar mejor, es sin duda algo que el pais necesita para tener un desarrollo potencial, profesionales que hablen varios idiomas
Sin duda ser bilingüe es toda una ventaja. No obstante lo que no se practica se olvida por lo que es fundamental no sólo aprenderlo sino hablarlo y vivirlo a través de la cultura y las relaciones interpersonales.