A la hora de pedir ayuda para una intervención con mediación familiar, las estadísticas dicen que son las madres quienes más toman la iniciativa, y en los últimos años se ha detectado un aumento de los conflictos paterno-filiales en los que es también la madre la que suele manifestar la necesidad de apoyo.
¿Por qué la madre solicita la mediación familiar?
No es que el padre no vea una necesidad de esa ayuda, sino que simplemente no está acostumbrado a hacerlo, porque culturalmente son cosas que deben hacer las mujeres.
Algo extraño en estos tiempos, tan modernos e igualitarios. Los hombres son más reacios a acudir a psicólogos, terapia de pareja o todo aquello que se le asemeje, pero nadie nace sabiendo negociar y, menos aún, en situaciones de crisis.
Encontrar acuerdos exige tiempo, espacios para recuperar la comunicación y, en ocasiones, el apoyo de personas expertas.
En la familia el sistema de ensayo-error sí puede funcionar y servir para mejorar, pero esto a veces no funciona por si solo o si tan solo un miembro de la familia es quien se encarga de hacerlo; esto no funciona así, o no suele ser lo correcto, porque la familia es un conjunto y no tan solo un eslabón de la cadena.
Hablar a un desconocido de tus problemas no es sencillo, aunque a veces tampoco resulta fácil contárselo a un amigo, porque creemos que nos va a juzgar o porque tendrá una postura al respecto.
Muchas mujeres no se atreven a dar el paso por miedo a perder a sus familia, por no saber que ocurrirá con sus hijos, por romper con todo y empezar de cero.
La estabilidad es necesaria para todos, para niños y para padres, porque los cambios no nos gustan a nadie, aunque sea para mejorar.
Y es que un matrimonio que se rompe supone un fracaso personal y para la sociedad, que ha vivido demasiados cambios en un escaso periodo de tiempo.
Una sociedad que entiende que hay situaciones de extrema gravedad, pero que quizás se recurre a la separación con demasiada ligereza, como parte del pago por vivir en una sociedad moderna, porque hasta no hace muchos años que una madre abandonara el domicilio familiar era considerado delito y se penalizaba incluso con la cárcel.
Se ha pasado de un extremo a otro, o no, porque igual el punto intermedio era este, el de romper cuando esta claro que la situación no tiene solución. No hace falta que existan leyes al respecto, por encima de todo está el sentido común.
Y es que el futuro de la familia no está en las leyes sino en las personas.
¿Crees que son las mujeres las mas partidarias de la mediacion familiar?
¿Porque les cuesta tanto a los hombres hacer terapias, sean de pareja o no?