Razones para asistir a una Escuela de Padres

Las escuelas de padres es un concepto relativamente nuevo, necesario en los tiempos que corren y con cada vez más éxito. La base de la educación de los hijos e hijas está en la familia, sin embargo es una tarea para la cual  se prepara poco a los padres.

La difícil tarea de ser Padres

En el momento actual, las familias se enfrentan a una sociedad que ha evolucionado muy rápidamente, y con ella la familia, la juventud y el entorno han sido también trasformados considerablemente, sin dar tiempo a que los valores familiares evolucionen al mismo ritmo. Siendo así que los padres no disponen de las herramientas necesarias para afrontar los nuevos retos que se les presentan, en el presente, y lo más importante, en un futuro no tan lejano, cuando los hijos pasen por esa época tan convulsa que es la adolescencia. Y es que analizando la situación tampoco abundan actividades que permitan a los padres compartir con otros sus experiencias, sus miedos, alegrías y dificultades, mas allá del ámbito familiar o la relación que puedan entablar con otros padres de hijos con edad similar.

Por todo esto surgen las escuelas de padres, de esa demanda generalizada de consejos y experiencias vividas, que orienten y encaminen hacia la luz. Y es que muchas veces no servirá el sentido común o la paciencia; existen situaciones que demandan más, mas horas de dedicación y de esfuerzo. Los padres necesitan de información y formación previa, y esto se lo facilita una Escuela de Padres , que contribuye al encuentro y reflexión de manera colectiva sobre la tarea educativa que se realiza con los hijos. Y es que en educación no existe un modelo único ni exclusivo, hay que adaptarse a cada hijo y a sus circunstancias, así como a las circunstancias familiares, hoy en día hay familias monoparentales, hijos adoptados o de padres separados, lo cual crea un amplio abanico de posibilidades y de temas de conversación en estas escuelas.

¿Quiénes deben acudir a las escuelas de padres?

Pero no todos los padres deben acudir a estas escuelas, porque sus circunstancias no son como para mejorar, puesto que hay determinadas etapas de la vida que una familia debe pasar, sin que ello signifique que dejará secuelas o trastorne de manera definitiva la vida familiar.

Es la familia quién decide si debe acudir o no, aconsejados por otros o porque ven necesario hacerlo, pero acudir si no es del todo necesario tan solo creara confusión y frustración en unos padres que están donde no deben.

Un buen profesional hará un seguimiento de cada caso familiar, para poder evaluar si son necesarias mas sesiones o ya se da por finalizada la intervención. Y esto es a veces difícil de encontrar en este tipo de escuelas.

Y es que si construyes tu casa ¿Por qué no vas a construir tu familia?

¿Acudirías a una Escuela de Padres?

De ser así ¿Que temas te interesaría tratar?


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