Las personas con síndrome de Down son igualmente válidas que las que no presentan ninguna anomalía; esta es la reivindicación desde los colectivos y asociaciones que existen en todo el mundo; y es que los datos son preocupantes, en nuestro país tan solo un 5% de personas con este síndrome están trabajando. Porque en un estado que lucha por la igualdad no deberían existir estas diferencias, por ello se debe luchar para que cada vez más, el síndrome de Down sea visto como una diferencia, más que como un problema.
Políticas de integración con el Síndrome de Down
Son personas tan válidas como el resto, un alto porcentaje continúa sus estudios y acaba una carrera universitaria, ¿porque no darles una oportunidad de trabajo? Lo que está claro es que si lo hacen es para poder optar a un trabajo adaptado a los estudios que tienen, no para tener una cultura general y quedarse en casa, o conformarse con acudir a talleres de formación o demás actividades que se desarrollan desde las diferentes asociaciones españolas. Si lo analizamos así nos estamos dando cuenta de que estamos desperdiciando una mano de obra valiosa, gente con ganas de crecer como personas y a las cuales no les limita su condición física.
Desde los colegios ya existen políticas de integración y adaptaciones curriculares si son necesarias, se lucha por la igualdad, por romper mitos y creencias erróneas…pero nada es suficiente si al acabar la etapa escolar se les sigue negando la igualdad que tanto se proclama. Se ha avanzado mucho en este tema, porque antes no acudían a colegios, sino a centros especiales donde no se explotaba todo su potencial.
Mundo laboral integrando al Síndrome de Down
Volviendo al mundo laboral tenemos que decir que la incorporación de personas con Síndrome de Down en la vida laboral no depende del tamaño de la organización sino de las ganas de la dirección de querer integrarlos. Y en algunas empresas las ganas son mínimas, porque piensan que son personas problemáticas, sin capacidad de resolver y sacar adelante el trabajo. Porque no son discapacitados, sino personas con capacidades escondidas; encontrarlas o no es cosa de la parte contratante.
La ley obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a reservar el 2% de los puestos a discapacitados, pero viendo los datos que se arrojan sobre personas con síndrome de Down que trabajan resulta extraño que se esté cumpliendo esta premisa. Muchas empresas argumentan que no son ONGs, y que si contratan a alguien es para que cumpla y rinda en su trabajo.
Cuando nunca se ha tratado laboralmente a una persona con síndrome de Down pueden surgir miedos y dudas, es normal. Cómo debes tratarlos, cómo vas a poder ordenarles tareas… todas estas preguntas se resuelven prácticamente solas en cuanto empiezan a desarrollar el trabajo. Con lo cual tan solo es una cuestión de querer hacerlo.
¿Crees que las empresas cumplen con la ley y contratan discapacitados?
¿Por qué ese miedo a contratar personas discapacitadas?
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