¿Por qué los niños pueden ser agresivos?

Hay quien dice que un niño consentido es un niño con problemas de conducta, pero hay quien sostiene que las carencias afectivas son las que favorecen estos maltratos. De cualquiera de las maneras no es ni sano ni normal que esto ocurra. Los padres se suelen callar y ocultar estos hechos hasta que resultan evidentes, porque los hijos ya son adolescentes y del insulto han pasado a la agresión y el menosprecio hacia sus progenitores. Normalmente la peor parte se la llevan casi siempre las madres, por pasar más tiempo con ellos o porque los hijos la ven más vulnerable, tampoco existe una explicación muy clara.

Cada vez existen más profesionales especializados en el tema, que tratan de ayudar a familias que pasan por ello, puesto que si no se frena a tiempo las amenazas y exigencias de los hijos la situación pasara a mayores. Cuando los hijos pasan por la adolescencia se encuentran en una etapa crucial marcada por múltiples cambios mentales y físicos, siendo normal que los hijos opten por tomar distancia con sus padres, no escuchando sus consejos y tratando de hacer lo que les venga en gana. Necesitan rebelarse para reafirmar su personalidad, algo que entra dentro de lo normal en esa difícil etapa por la que pasan. Pero el problema no son los conflictos en las familias, sino la incapacidad de resolverlos o de tratar de hacerlo siempre con violencia.

hijos emperadores

 

Para unos padres reconocer esta situación irregular en el seno de su familia es como reconocer su fracaso como padres; no saben muy bien en que han fallado, pero observan cómo sus pequeños se convierten en tiranos, que no tienen en cuenta sus sentimientos sino tan solo el deseo de satisfacer sus necesidades. Hay diversos estufido al respecto, pero sin unos resultados claros y contundentes, puesto que algunos de estos estudios apuntan a los factores biológicos para explicar estas situaciones tan extremas. Muchos de estos padres no son permisivos, ni tampoco negligentes, y no provienen de un contexto marginal. Son de clase media y se han ocupado de sus hijos. Y se plantean que han hecho mal para que esa situación ocurra. Piensan que el paso del tiempo traerá mejoras, y al contrario, la situación empeora siempre.

Los niños agresivos  tienen serios  problemas para sentir culpa, una reacción emocional que sólo puede existir sobre la base de que previamente me he vinculado con esa persona. Pueden fingir que lo lamentan , pero en su interior les da igual, se da una ausencia de conciencia.

No hay una fórmula exacta para educar a los hijos, para hacer que estas situaciones no ocurran, pero lo que está claro es que no se soluciona nada tapando la situación y no poniendo remedio a tiempo.

Desde Aucal creemos que la educación es el pilar fundamental para poder enfrentar este tipo de situaciones. Si estás buscando estudiar algo relacionado con conductas sociales, o te interesa este tema para apoyar a la sociedad, puedes estudiar desde casa nuestro Máster en Trabajo Social donde obtendrás doble titulación en colaboración con la Universidad Antonio de Nebrija.

 

¿ Cómo se puede actuar ante estas situaciones de agresión?

¿ La sociedad actual favorece estas situaciones?

 

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