Existen muchas teorías y discusiones sobre el tema de los comportamientos humanos, si son capacidades innatas o se van adquiriendo con el paso del tiempo y con las experiencias que se viven. Vamos a pensar que el ser humano nace con la mente en blanco, las personalidades se desarrollan de acuerdo a las experiencias que se viven en la infancia y la adolescencia.
Por ejemplo cuando una persona logra triunfar en su vida de una manera extraordinaria, la pregunta que se plantea es si este individuo estaba genéticamente dispuesto a ser un triunfador o si fue un resultado de la crianza que le dieron sus padres y del ambiente en el cual creció.
El temperamento es la manera cómo reacciona el ser humano frente a personas y situaciones nuevas, y esto no se aprende, puesto que hay niños que desde bien pequeños actúan de una u otra manera ante las diferentes situaciones, maneras de actuar que no les ha dado tiempo a aprender aún, por su corta edad y por su escasa experiencia en la vida. El temperamento no se cambia, tan solo se puede moldear el carácter y adaptarlo a los que toca vivir en cada momento de la vida.
Los genes son fundamentales en la estructuración de los rasgos humanos; la personalidad debe construirse sin excesos ni prohibiciones, los extremos en la vida suelen ser nocivos. Por eso, para que un niño tenga una personalidad sana es necesario que sus padres le pongan límites claros, le den ejemplo al tener una actitud equilibrada frente a la vida, fomenten un vínculo afectivo saludable y le permitan desarrollarse dentro de unos parámetros normales.
Lo primero que hay que aceptar es que no hay maneras de ser mejores o peores, cada uno es como es, y esto es algo que los niños deben interiorizar desde pequeños. Decirles lo contrario, intentar que cambien ciertas actitudes a la fuerza, no dejarles ser como son… lo único que se conseguirá será una enorme frustración, y pocas herramientas para poder enfrentarse a una vida adulta.
Los niños suelen comportarse de manera diferente, dependiendo el sitio y las personas con las cuales estén, es algo lógico, y tenemos que pensar que los adultos también lo hacemos, pero esto no quiere decir que muten su personalidad y la vayan cambiando, tan solo se adaptan, intentando caer bien, encajar, tener juegos en común. Realmente es supervivencia, no de manera formal, sino en aspecto metafórico.
Lo que se tiene que tener claro es que los niños no son sólo una viva imagen de sus padres.
¿ Hay rasgos de la personalidad que permanecen durante toda la vida?
¿ El ser humano nace o se hace?