Los conflictos no siempre son negativos

La famosa mediación

El término  mediación sigue sonando extraño, no parece un término del día a día, coloquial, que pueda ser utilizado por cualquiera. Se sigue creyendo que lo utilizan los expertos, los psicólogos y abogados. Queda aún mucho camino por andar. Existe la creencia de que  la mediación es sólo para casos de divorcio y no es así: existe una mediación padres-hijos, mediación entre miembros de una misma familia e, incluso, mediación comunitaria. En Aucal queremos hablar de ello.

Si bien es cierto que cada vez existe más normativa al respecto y que las diferentes comunidades autónomas están haciendo un gran trabajo al respecto, la mediación no está aún introducida del todo en nuestra sociedad. Las causas pueden ser varias, pero la más importante de todas tiene que ver con el fuerte carácter arraigado que tiene entre nosotros la creencia de que ‘los trapos sucios se lavan en casa‘.

Cuando una familia pasa por problemas, no le gusta airearlos. Creemos que podremos resolverlos solos y que con la ayuda de un abogado será suficiente.  Y sí, es correcto, el mediador es alguien externo, no podría ser nadie cercano por la implicación personal que tendría en todo el proceso. En las películas, sobre todo, en las americanas, vemos parejas que acuden a un mediador, que no debemos nunca confundir con un terapeuta. Quizás esto influya para no ver al mediador como una figura real, sino como alguien de película.

En una sociedad con cada vez más divorcios y separaciones, es necesario descongestionar un poco los juzgados y acudir a ellos con las ideas claras en lo que respecta al proceso y a todo lo que conlleva: bienes materiales, custodia de los hijos,… Pero nos cuesta separarnos, esa es la realidad. El tiempo y el esfuerzo puestos en la relación pesan más. Un mal trago que se pasa mejor con ayuda y comprensión.

mediador
mediación

 

Un mediador escucha sin juzgar y ayuda sin interferir. El duelo posterior a una separación será más llevadero si alguien nos marca unas pautas a seguir sobre cómo actuar, tanto en el ámbito legal como en el  personal.

El miedo a explicárselo a la familia y a no saber cómo van a reaccionar, qué dirá nuestro círculo de amigos y de qué lado se van a posicionar, que opinión tendrán los hijos,… son aspectos más llevaderos con ayuda del mediador porque, sin decirnos qué debemos hacer, sabrá sacar de nosotros la respuesta correcta a cada situación.

Cuando dejemos de ver el concepto de mediación como algo extraño, será cuando esta comenzará a tener éxito. Por eso Aucal acerca esta figura y sus objetivos a sus alumnos, gracias al curso de Técnico Superior en Mediación Familiar, que se imparte en colaboración con la universidad Antonio de Nebrija y que tiene una duración de 9 meses en modalidad online.

 

¿Cuál puede ser el motivo por el que nos cuesta tanto asimilar el término mediación?

¿El aceptar la figura del mediador está vinculado a aspectos culturales o no tiene nada que ver?

 

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