Cuando nuestros menores se dedican a humillar a gente por el puro placer de hacerlo algo está fallando, algo se está haciendo mal si no son capaces de respetar a otra persona que no les ha hecho nada. Con el añadido de que a día de hoy con el uso de las nuevas tecnologías lo graban y lo suben a la red para que todo el mundo pueda verlo, con lo cual la humillación es mayor.
Cada poco aparecen titulares en las noticias a este respecto, adolescentes que “juegan” a quitarles todas sus pertenencias a un mendigo que duerme en la calle, que se divierten golpeándolo y grabándolo, y en el peor de los casos que acaban con su vida de la manera mas cruel. Son chavales sin antecedentes, sin problemas aparentemente, de buenas familias, su núcleo familiar no está desestructurado, no han sufrido abusos, sino más bien lo tienen todo, menos empatía y respeto hacia los demás.
Vivimos tan centrados en lo nuestro que olvidamos los sentimientos que pueden experimentar los demás hacia nuestras acciones, y lo peor de todo: lo trasmitimos a nuestros hijos. En una sociedad donde estamos más comunicados que nunca no somos capaces de comunicar nuestros sentimientos y de tramitárselos a los demás.
¿Pero que lleva a un chaval a realizar este tipo de acciones?
Cuando ocurren casos de este tipo y se les pregunta a los implicados, la mayoría son unánimes al decir que no saben muy bien porque. ¿ Puede ser aburrimiento, ganas de protagonismo o es que el vacío emocional que sienten no les deja pensar con claridad? Sea del modo que sea se debe actuar y pronto. Dependerá mucho de las familias y el estilo de vida que se lleve, pero en general la vida que hoy llevamos deja poco paso a los sentimientos, a expresarlos de una manera activa y a hacer algo por los demás. Nos centramos en nosotros, llegando incluso a tener un auténtico desprecio por quienes no viven la vida como nosotros, por los pobres y los mendigos que duermen en la calle, sin pararnos a pensar que quizás no siempre han sido así, y que antes tenían una vida normal, y algo hizo que llegaran a esa situación. Sin pensar que mañana podemos ser nosotros los que acabemos así.
Que esas personas sin techo y sin un futuro claro tienen sentimientos, y que atacándolos de ese modo estaremos hundiendo aun mas sus pocas posibilidades de sobrevivir a la situación. No atacaremos el sistema educativo tan insensible hacia lo cotidiano, por no ser capaz de poder enseñar el camino hacia la empatía; no, tenemos que empezar ayudando desde las familias a mostrar ese camino, tan difícil, pero tan importante en la vida. Para poder avanzar como personas y mostrar esta habilidad a otros.
¿Nuestro modo de vida nos impide ser consciente de las necesidades de los demás?
¿Que debemos cambiar para poder darnos cuenta?
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- El 47% de los mendigos ha sufrido agresiones y humillaciones: https://www.elmundo.es/solidaridad/2015/06/15/557eae6d46163f8a038b4577.html
- El PP quiere cambiar la ley para proteger a los mendigos de los delitos de odio: https://www.lagacetadesalamanca.es/nacional/2016/11/06/pp-quiere-cambiar-ley-proteger-mendigos-delitos-odio/189285.html