Hoy en día los jóvenes de nuestro país corren el riesgo de encontrarse no dentro de mucho en riesgo de exclusión social, exclusión que viene provocada por el difícil acceso de nuestros jóvenes al mercado laboral. Da igual si tienes una carrera y un máster, porque a efectos prácticos no accederás al mundo laboral. Ese mundo de adultos que idealizamos cuando somos niños, pensando que será todo mucho más sencillo, y que una vez que toca vivirlo se comprueba que no es así.
Pero las consecuencias de la escasa oferta laboral serán arrastradas durante toda la vida por esta generación preparada, pero sin suerte ninguna, puesto que les ha tocado vivir tiempos difíciles con una crisis económica que ha dinamitado las esperanzas de los más jóvenes; una vez que la situación se resuelva las consecuencias seguirán presentes: una renta más baja durante toda la vida, transiciones más frecuentes entre empleo y desempleo, tasas más altas de pobreza incluso después de la jubilación y peores condiciones de salud física y mental.
La continua incertidumbre ante cuando será el momento de perder el empleo, tampoco favorece para nada tener una estabilidad emocional, necesaria para enfrentarse a etapas difíciles que durante la vida laboral se pueden ir presentando. En nuestro país se presenta un problema estructural, si no hay gente trabajando no hay gente cotizando, y en un país donde existe una alta tasa de población envejecida esta situación no ayuda mucho.
Las perspectivas no son muy buenas y cada vez más los jóvenes optan por irse fuera, puesto que aquí corren el riesgo de estar en exclusión social, pese a estar activos, puesto que hoy en día no basta con trabajar, la estabilidad que antes proporcionaban los trabajos hoy en día apenas existe y el estrés que causan este tipo de situaciones no quiere ser vivida por muchos.
La generación mejor preparada es la que peor vive; algo impensable hace unos años, cuando se alentaba el esfuerzo y al dedicación a los estudios como única manera de salir de la precariedad y no caer en la exclusión. Pero no ha sido así, y muchos jóvenes se ven atrapados en una situación de la cual no saben muy bien cómo salir. Y lo peor de todo: que no son conscientes de haber entrado. Mientras la situación global va mejorando a pasos lentos nuestros jóvenes seguirán viviendo y pensando que lo mejor está por llegar.
¿Consideras que nuestros jóvenes están en exclusión social?
¿Qué aspectos deberían cambiar para que la tasa de desempleo juvenil dejara de aumentar a pasos agigantados?
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MÁS INFORMACIÓN:
– ¿Qué es lo que más valoran los jóvenes en un empleo? La estabilidad: https://economia.elpais.com/economia/2016/10/26/actualidad/1477501522_293294.html
– España está entre los países europeos donde hay más trabajadores jóvenes en riesgo de pobreza: https://www.eldiario.es/economia/Espana-europeos-trabajadores-jovenes-pobreza_0_551895093.html
Desafortunadamente las condiciones de hacer política para el país se ha degenerado a sólo beneficios e intereses de quiénes llevan a cabo el manejo del mismo. Por otra parte, también está el hecho de que las mismas condiciones sociales nos han heredado a gente brillante en talentos productivos materiales pero no emocionales,por lo que esa falta de inteligencia para actuar y socializar con los demás hace talentos desperdiciados que sólo producen y no disfrutan de lo que hacen,de ahí también que los vínculos que hagan sean también vacíos,pues ¿cómo ofrecer algo que no se tiene? Aparentemente lo hacen,pero cuando muchas parejas entran a terapia de pareja se dan cuenta de muchas cosas de las que no sólo carece su relación si no ellos mismos.
Gracias por tu comentario y agradecemos tu punto de vista, muy claro y actual. Te enviamos un afectuoso saludo y quedamos a tu disposición.