Parece que el educador tan solo funciona dentro del ámbito educativo, no pudiendo existir en mas ámbitos fuera de esta, pero esto está cambiando y cada vez mas se ve necesaria la figura del educador en las empresas. Y es que un trabajador debería formarse durante toda su vida profesional, porque los tiempos van avanzando y lo que antes se hacía de una manera puede que ahora tenga mas opciones, y se deben conocer todas las posibilidades.
¿Qué beneficios tiene estudiar mientras trabajo?
El mayor activo de una empresa es el grupo de profesionales que la forman, y hay que conservarlos, que tengan ganas de quedarse porque ven que se escucha sus peticiones y aprenden día tras día. Y es que el mundo empresarial es dinámico, hay cambios constantes que implican nuevas formas de actuar y comportarse.
El principal objetivo de los programas formativos en las empresas no es tan solo ayudar a los profesionales a adquirir nuevos conocimientos, sino a desarrollar y potenciar sus capacidades, para que no queden en desuso y se pierdan. Para el empleado hacer un curso relacionado con su trabajo es una forma de crecimiento personal y profesional que le permite mejorar y orientar su trayectoria laboral hacia nuevos retos. Muchos trabajadores lo verán como algo negativo, teniendo la sensación de que algo se “escapa a su control”, pero la realidad es lo muy beneficioso que resulta para ambas partes.
Hemos vivido una época muy buena en cuanto a cursos se refiere, había cursos de todo tipo, para todos los sectores y adaptándose a las necesidades reales de los empleados que se convertían en alumnos por unos días. Y es que si el trabajador está motivado y atendido responderá de mejor manera, es por ello que al equipo multidisciplinar que organiza e imparte los cursos se le debe dar la importancia que tiene, ni más ni menos. Y se trata de acercar el punto de vista de estos profesionales al mundo del trabajador, que el empleado vea que no está solo, y que en cualquier momento puede reunirse con ellos y planteándole sus problemas o dudas podrán elaborar cursos a medida, basado en la demanda real de conocimientos.
Porque las empresas también tienen dificultades a la hora de definir por sí mismas y correctamente las áreas de formación continua a las que atender, así como el contenido apropiado de la enseñanza a impartir a su personal.
Si hacemos caso a las estadísticas veremos que los grupos con mayor probabilidad de recibir formación son los de mayor nivel de estudios, esto no es nada negativo, pero la formación debería ir a todos los estratos de la empresa, y no tan solo a los que quizás necesiten menos de esta formación.
¿Te apuntarías a un curso de formación aunque tu empresa no te obligara?
¿Es tan necesaria la renovación de conocimientos por parte del trabajador?
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Hola,
un artículo muy acertado. Estudiar y trabajar a la vez te aporta unas capacidades y habilidades que no podríamos obtener si solo hicieramos alguna de las dos cosas, como por ejemplo dos de muy importantes como son la organización y gestión del tiempo.
¡Un saludo!
La experiencia labora siempre te aporta un punto de vista más claro y te ayuda a asimilar y comprender ciertos conceptos.