Las funciones ejecutivas están presentes en cada acción, pensamiento, movimiento o reflexión realizada en todos y cada uno de los procesos de aprendizaje y conducta; son la base de la creatividad, del control de los sentimientos y de la motivación entre otras muchas habilidades. Además, el desequilibrio en estas, forman parte de las características de algunos trastornos infantiles, por esto, es importante conocerlas, desarrollarlas y potenciarlas.
¿Qué son las funciones ejecutivas?
Las funciones ejecutivas son procesos cognitivos de alto nivel que nos permiten asociar ideas, movimientos y acciones simples para llevar a cabo tareas más complejas (Shallice, 1988). Aunque no existe una definición única, se usa generalmente para describir una gran variedad de habilidades y procesos cognitivos que nos capacitan para tener un comportamiento flexible y dirigido a metas (Castellanos y cols., 2006).
Su importancia en el aprendizaje escolar es crucial y su funcionamiento inadecuado suele estar presente en los casos de niños con problemas de aprendizaje, problemas de conducta, o en algunos trastornos infantiles como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
La principal capacidad de las funciones ejecutivas es la habilidad temporal de organizar el comportamiento, el lenguaje y el razonamiento; estas habilidades permiten resolver problemas tanto internos como externos.
Los problemas internos se relacionan con lo afectivo, cognitivo y emotivo, desempeñando un papel fundamental. Los externos, por su parte, son el resultado de la interacción del individuo (niño o adulto) con su ambiente, donde lo social, lo cultural, etc., son elementos clave a tener en cuenta para llegar a desarrollar una adecuada y sistemática capacidad, para así dar solución a los problemas que encontramos.
Ya sea para la resolución de problemas internos o externos, las funciones ejecutivas inhiben información irrelevante y ponen en funcionamiento tanto el sistema de atención sostenida, selectiva, como también la memoria de trabajo verbal y no verbal; antes, durante y después de la toma de una decisión.
Las funciones ejecutivas en los estudiantes
Las funciones ejecutivas son las funciones de nuestro cerebro que controlan la atención y el comportamiento. Pueden discutirse desde numerosas perspectivas y con múltiples detalles, pero hay unanimidad en considerar que el control de la atención y el comportamiento es la base de la actividad ejecutiva del cerebro. En el momento en que el educador entiende cómo usa el estudiante su atención, es cuando ha empezado el camino para aprender a gestionar las funciones ejecutivas.
Una lista más extensa de las funciones ejecutivas podría incluir:
- Atención
- Gestión del tiempo
- Iniciativa
- Memoria
- Inhibición
- Auto- monitorización
- Flexibilidad
- Control emocional
- Relevancia
- Resolución de problemas
- Planificación
- Establecimiento de objetivos
- Organización
- Activación cognitiva
Aunque existen numerosas definiciones disponibles para trabajar con ellas, las discusiones más recientes acerca de las funciones ejecutivas tienden a proporcionar una lista más corta y condensada de las mismas.
Russell Barkley (2005) define la función ejecutiva centrándose explícitamente en la atención, refiriéndose a ésta como la relación entre los sucesos del entorno y nuestro comportamiento. Los sucesos del entorno son cualquier suceso o acontecimiento que experimentamos con nuestros sentidos, y el comportamiento incluye acciones físicas, actividad cognitiva (pensamiento) y actividades interiores, incluyendo los sentimientos. En este contexto la atención puede ser vista como una relación entre un suceso y la respuesta a ese suceso. En el lapso de tiempo que media entre el acontecimiento y la respuesta, se activa nuestra función ejecutiva, y nuestro comportamiento es el resultado de cómo respondemos a ese suceso.
Las funciones ejecutivas se desarrollan lentamente, alcanzando su madurez sólo cuando han transcurrido cerca de tres décadas, es decir, está en constante y continuo desarrollo.
¿Se corresponden nuestras expectativas y acciones con los niveles de desarrollo de los niños? El proceso de enseñanza y estimulación de las funciones debe ser acorde a lo esperado para la edad y, además, debe ser constantemente evaluado para conocer si estas acciones son efectivas o no y, así, tomar las decisiones a tiempo para modificar las estrategias utilizadas.
Las funciones ejecutivas requieren un tiempo para establecerse, desarrollarse y madurar, por lo tanto, es importante tener en cuenta una visión a largo plazo. Normalmente no es posible una fijación rápida; las ideas, para ser asimiladas, necesitan repetición y los resultados aparecerán gradualmente, siempre y cuando se efectúe una intervención adecuada y efectiva.
Trastornos asociados a las funciones ejecutivas
La literatura científica actual coincide en destacar que son numerosos los trastornos en los que se han descrito alteraciones en las distintas funciones ejecutivas, y que podemos observar en la escuela con cierta frecuencia. Ejemplos de ello son algunos trastornos del neurodesarrollo infantil, tales como::
- Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH)
- Trastornos del aprendizaje
- Trastorno de espectro autista (TEA)
- Depresión infantil
- Trastorno obsesivo compulsivo infantil
- Trastornos de la conducta
Cuando se observan en el niño dificultades constantes en su aprendizaje, es importante realizar una evaluación diagnóstica que recoja información sobre las funciones ejecutivas del estudiante y luego, según los resultados, planear una intervención educativa que estimule y refuerce las funciones descendidas o alteradas, para lograr el equilibrio que permitirá un aprendizaje significativo.
Fuente utilizada en este artículo:
https://blog.mentelex.com/funciones-ejecutivas/
“Las funciones ejecutivas del estudiante”, Paula Moraine, Narcea S.A, Ediciones Madrid, e-book 2014.
Acerca de la Autora
Gabriela Briceño Garay
Titulada con honores en Educación Diferencial (Chile), con Mención en Déficit Intelectual. Dentro de sus especializaciones y experiencias destacan el ser Especialista en Trastornos del Lenguaje y Dificultades del Aprendizaje, Jefatura Técnica Pedagógica y Coordinación de Programas de Integración Escolar, además de contar con un perfeccionamiento en Diseño Universal para el Aprendizaje y en Arteterapia. Actualmente cuenta con un Diplomado en Educación Inclusiva.
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