El 2020 tuvimos que re mirar la educación y, entre tanta incertidumbre, apareció una gran certeza: la educación socioemocional debe ser clave y prioritaria. Sin bienestar socioemocional no hay aprendizaje posible. El aprendizaje académico viene de la mano del socioemocional, y sin el segundo el primero no es posible.
Las competencias socioemocionales
El aprendizaje socioemocional es una parte integral de la educación y el desarrollo humano. Es el proceso mediante el cual niños, niñas y adultos adquieren y aplican los conocimientos, las habilidades y las actitudes para desarrollar sus identidades; manejar las emociones y lograr metas personales y colectivas; sentir y mostrar empatía por los demás; establecer y mantener relaciones de apoyo; y tomar decisiones responsables y afectuosas (CASEL- Colaboración para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional).
Está comprobado que las competencias socioemocionales tienen efectos positivos —para niños, niñas, jóvenes y adultos— en el manejo del estrés, en la posibilidad de terminar los estudios y de mejorar la empleabilidad en el mundo laboral (Durlak et al., 2011; Sklad et al., 2012; Hawkins et al., 2008).
CASEL define cinco competencias y que en contexto de pandemia se hace aún más necesario su fortalecimiento y desarrollo:
- Autoconciencia: Necesitamos identificar y procesar las emociones complejas que surgen de la incertidumbre. En Chile se suman dos factores a considerar que nos han llevado a un terreno incierto: crisis sanitaria mundial y estallido social.
- Autogestión: La capacidad de regular las propias emociones nos ayuda a lidiar con situaciones difíciles que hemos enfrentados como el duelo, la pérdida y la injusticia y nos ayuda a desarrollar resiliencia para continuar.
- Conciencia social: Nos permite ponernos en el lugar de quienes han sufrido pérdidas de seres queridos, han estado enfermos o han tenido miedo de estarlo y se encuentran viviendo distintas situaciones difíciles en lo económico y emocional.
- Habilidades relacionales: La capacidad de seguir manteniendo relaciones sociales, aunque no nos veamos físicamente, ayudarnos unos a otros durante un período difícil y encontrar colectivamente soluciones a los problemas.
- Tomar decisiones responsables: Más que nunca debemos entender que nuestras acciones tienen consecuencias en la salud y bienestar de los y las demás. Esto se demuestra también en temas contingentes como el diseminar información falsa o promover una postura anticientífica respecto de la vacunación contra el COVID-19.
Las estrategias para desarrollar las competencias socioemocionales están agrupadas en cuatro pilares o prácticas críticas (CASEL, 2020b) para promover el aprendizaje socioemocional en el regreso a clases:
Pilar 1: Profundizar las relaciones humanas y sentar las bases para el aprendizaje socioemocional.
La escuela es un lugar de encuentro y nada reemplaza los vínculos y las relaciones que se establecen en ella. Por lo mismo es necesario tomar conciencia y fortalecer su rol protector (Mineduc, Chile, 2020b). Estrategias:
- Reflexionar sobre las prácticas realizadas el 2020 y analizar su efectividad, para continuar aplicándolas si dieron resultados.
- Reforzar la vinculación y comunicación con la familia, ya que es el mejor aliado en todo proceso de aprendizaje.
- Planificar y utilizar recursos que apoyen el aprendizaje socioemocional que permitan trabajar con los estudiantes los temas importantes referidos a las relaciones humanas.
- Realizar seguimiento continuo de la efectividad de las acciones y recursos utilizados con los estudiantes.
Pilar 2: Preocuparse del bienestar de los adultos y su capacidad de apoyar a los y las estudiantes.
Los docentes han asumido una gran responsabilidad en este ámbito para lograr apoyar a sus estudiantes. No obstante, para poder desplegar este rol, ellos también necesitarán sentirse conectados con sus emociones, apoyados y valorados. Estrategias:
- Poner en práctica el autocuidado. Prestar la atención adecuada a la propia salud física y psicológica, además, tomar un papel activo para preservar, proteger o mejorar la propia salud y bienestar.
- Autoevaluar las competencias socioemocionales. Una de las principales estrategias para el autocuidado o cuidar a los que cuidan, será monitorear nuestro estado emocional. Estar atentos a cómo nos encontramos, nos sentimos, nuestras reacciones, pensamientos y conductas, son elementos que ayudarán a estar mejor preparados para prestar ayuda.
- Generar, profundizar o intencionar espacios de contención y expresión entre adultos, esto es, organizar encuentros reflexivos que permitan la catarsis emocional de los docentes. Esta acción debe ser ejecutada por los equipos directivos.
- Contar con una red de apoyo, enfrentar de forma colectiva la crisis y solicitar ayuda.
Pilar 3: Construir ambientes de aprendizaje seguros, de apoyo y equitativos para promover el desarrollo social y emocional de los niños y niñas.
El ambiente de la escuela es clave para promover el aprendizaje socioemocional. Esto se logra solo cuando se promueven relaciones positivas, generando un ambiente estimulante y seguro donde niños, niñas y jóvenes se sienten bienvenidos, escuchados y validados. Estrategias:
- Promover las relaciones positivas entre los miembros del establecimiento.
- Generar ambientes seguros y estables, que fomenten la confianza entre todos.
- Generar espacios para que los docentes reflexionen sobre sus propias competencias socioemocionales.
- Trabajar junto a las familias y redes de apoyo.
- Estar atentos a las señales de riesgo que pueden presentar los estudiantes.
Pilar 4: Reflexionar sobre el resultado de estos esfuerzos y utilizar datos para apoyar a los y las estudiantes.
Recopilar, reflexionar y analizar colectivamente distintos tipos de datos que den cuenta de la experiencia y los resultados de lo realizado, permitirá que la comunidad educativa mejore el impacto de su trabajo y en consecuencia tener más respuestas frente a las distintas circunstancias (CASEL, 2020b). Los y las docentes son “la primera línea” de contacto con los estudiantes y es muy probable que sean los encargados de recabar información respecto del estado socioemocional de sus estudiantes. Estrategias:
- Tomar decisiones en base a los datos que se recopilen, teniendo claro el objetivo de la recopilación.
- Compartir los resultados con las familias
Fuente utilizada en este artículo:
Extracto del documento: “Emociones primero. Bienestar emocional en el regreso a clases”, colaboración entre Educación2020, CASEL y la Embajada de EEUU, Chile, año 2020.
Acerca de la Autora
Gabriela Briceño Garay
Titulada con honores en Educación Diferencial (Chile), con Mención en Déficit Intelectual. Dentro de sus especializaciones y experiencias destacan el ser Especialista en Trastornos del Lenguaje y Dificultades del Aprendizaje, Jefatura Técnica Pedagógica y Coordinación de Programas de Integración Escolar, además de contar con un perfeccionamiento en Diseño Universal para el Aprendizaje y en Arteterapia. Actualmente cuenta con un Diplomado en Educación Inclusiva.
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