Cómo consigo que mi hijo duerma toda la noche

¿Cómo consigo que mi hijo duerma toda la noche?

Es habitual en los primeros años de vida que los niños tengan ciclos de sueño interrumpidos, se despiertan varias veces durante la noche, se duermen tarde y se despiertan pronto, etc. Lo que resulta no solo agotador para ellos, también para sus padres.

El hábito de dormir

Descansar bien es fundamental para poder llevar un ritmo de vida óptimo. La falta de descanso puede hacer que estemos irritables y no pensemos con claridad.

Maslow refleja en su conocida pirámide que el descanso es una de las necesidades básicas e imprescindibles del ser humano junto con la alimentación, la respiración y el sexo. 

La edad determina las horas de sueño y descanso que necesitamos, aunque en ocasiones nos tenemos que dejar guiar por lo que nuestro cuerpo nos demanda, puesto que podemos tener temporadas de estar más cansados y necesitar más horas de sueño.

Los niños demandan más tiempo de descanso que los adultos, algo que no siempre se respeta pero que determinará, no solo su comportamiento al día siguiente, sino también su desarrollo en un futuro.

¿Cómo afecta la falta de sueño a los más pequeños?

El descanso en los más pequeños de la casa es fundamental. Muchas veces los adultos tienen que obligarles a acostarse pronto por beneficio del menor. Si un niño no descansa adecuadamente la hormona del crecimiento se verá afectada y no hará bien su función.

Por otro lado, los niños que duermen de forma intranquila, despertándose durante la noche e interrumpiendo el ciclo de sueño, están en desventaja con aquellos que consiguen hacerlo de una sola vez, se verán más cansados a lo largo del día y su rendimiento será menor.

Durante los primeros años de vida es habitual que algunos niños no descansen lo suficiente, o a pesar de hacerlo tengan múltiples despertares nocturnos. Esto se traduce en un descanso interrumpido que dificulta un ciclo de sueño adecuado, tanto para ellos como para sus progenitores.

Trucos que favorecen su descanso

Las rutinas benefician tanto a niños como a mayores, y en el caso del sueño el seguir una rutina de actividades a realizar y cumplir un horario es tan conveniente como favorecedor.

¿Cómo afecta la falta de sueño a los más pequeños?

Puede que las conductas no se entrenen, pero la repetición de conductas hace que se acaben consiguiendo los objetivos marcados. En este caso, conseguir dormir, y que ese sueño sea suficiente para poder funcionar al día siguiente.

Durante el día los niños tienen que estar activos, quemar energía, jugar y relacionarse. Para muchos niños con un perfil más activo, es recomendable la práctica de alguna actividad más intensa, que les “canse” más.

Es conveniente que esta actividad no se realice al final del día ya que puede provocar una sobreexcitación y al menor le costará mucho más dormirse a pesar de que el cansancio sea extremo.

Momentos antes de ir a dormir se pueden practicar ciertas rutinas de relajación con el niño, para que esté calmado y le sea más fácil conciliar el sueño.

No descansar bien puede condicionar toda una vida, problemas de salud, de desarrollo e incluso no conseguir dormir bien nunca, recurriendo muchos adultos a pastillas o fármacos para conseguir tener un sueño reparador. Es por ello que es una de las cosas que se debe aprender bien de niños es a tener una higiene del sueño correcta.

Sin embargo, hay niños que encuentran dificultades en esto, consiguiendo una frustración en sus padres y en el propio menor. Los padres sentirán que algo no están haciendo bien, e igual necesitan ayuda para poder afrontar esa situación en sus vidas. Dormir no es una pérdida de tiempo, sino una inversión de salud.

¿Se aprende a dormir o es algo innato en las personas?

¿Duermen los niños suficientes horas?


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