Como hemos visto en el artículo anterior, el desarrollo social es importante para adquirir habilidades y un adecuado progreso emocional que permitirá una adecuación al entorno que nos rodea, por esto, es fundamental reforzarlo en la infancia mediante diversas acciones que describiremos a continuación.
Interrelación entre desarrollo social y emocional
Los niños nacen con la necesidad y el deseo de conectar con las cosas a su alrededor. Cuando los profesores, profesionales médicos, padres y cuidadores establecen relaciones positivas con los niños desde el nacimiento y durante sus primeros años de vida, los niños se sienten seguros, sentando así la base para el desarrollo de la salud social y emocional. Este proceso afecta cómo los niños conocen el mundo, se expresan, manejan sus emociones y establecen relaciones positivas con otros.
El desarrollo social y emocional envuelve varias áreas interrelacionadas de desarrollo, incluyendo la interacción social (relaciones con otros), la conciencia emocional (capacidad de conocer y comprender nuestras acciones y sentimientos) y la autorregulación (expresión de pensamientos y sentimientos de forma adecuada).
¿Cómo fomentar el desarrollo social y emocional saludable en los niños?
Para un adecuado desarrollo en los bebés, un hogar armonioso, amoroso y seguro puede ayudar a que ellos jueguen, aprendan y exploren su entorno cercano en forma positiva. Para lograr esto, en el hogar se pueden realizar diversas acciones, que quizás, ya se realizan sin tener la conciencia de lo importante que son:
- Hablarle y jugar con el bebé mientras lo alimentan, lo visten o mientras lo bañan.
- Al responder a las necesidades del bebé, desarrollan seguridad y confianza en él.
- Leer o cantar juntos desarrolla las interacciones sociales.
- Imite las expresiones faciales y los sonidos de su bebé. La imitación es una destreza importante que establece la base más temprana para las interacciones con los demás.
- Aprenda a leer el estado de ánimo de su bebé. Los bebés pueden sentir una variedad de emociones a una edad muy temprana. Prestar atención a lo que su comportamiento indica le ayudará a sentirse más cómodo con la manera en que responde.
Con el niño pequeño también podemos realizar acciones tendientes a desarrollar la parte social y emocional:
- Realizar actividades relacionadas con la propia cultura proporcionará identidad y confianza al niño.
- Fomentar las relaciones tempranas con sus pares ayudará a que aprenda a regularse, a compartir, a respetar turnos y reglas de juego, siempre teniendo en cuenta que habrá dificultades en el camino, ya que este aspecto, sobre todo en una etapa egocéntrica, las habilidades se desarrollan paulatinamente. No hay que obligarlos a compartir, ya que puede generar en él un rechazo a estas situaciones, sólo muestre que la alternativa está y puede demostrarle las cosas que podría hacer interactuando con otros.
- Es importante fomentar la expresión de pensamientos y sentimientos, es bueno ser un ejemplo para ellos en este aspecto, ya que recordemos que ellos observan continuamente y aprenden imitando conductas de los demás. Si nos expresamos adecuadamente frente al niño, este aprenderá a hacerlo. Este es un buen momento para reforzar la empatía, para que logren identificar y comprender los sentimientos de los demás.
- Es fundamental motivar los comportamientos positivos, establecer limites y que comprendan que sus acciones provocan consecuencias que pueden afectar a los demás.
Debo mencionar un punto importante; las etapas del desarrollo social y emocional, tal como las acciones que podemos realizar para fomentar un progreso positivo en la infancia, responden a un desarrollo neurotípico de los niños, que no involucra a las necesidades educativas especiales o diagnósticos médicos relacionados con trastornos que alteren el desarrollo esperado.
Es posible que las etapas varíen y que las edades en que se esperan que ocurran ciertos hitos importantes, no sean las descritas por los especialistas o por los libros. Debemos tener en cuenta que cada niño es un mundo y que tanto su núcleo familiar como el escolar, influirán en su desarrollo.
Lo importante es realizar acciones que favorezcan el desarrollo social, tomando en cuenta las características individuales, el entorno y las necesidades del niño, ya que este aspecto, está relacionado con un buen desarrollo emocional, fundamental para el aprendizaje y su adaptación al medio.
Fuente utilizada en este artículo:
Acerca de la Autora
Gabriela Briceño Garay
Titulada con honores en Educación Diferencial (Chile), con Mención en Déficit Intelectual. Dentro de sus especializaciones y experiencias destacan el ser Especialista en Trastornos del Lenguaje y Dificultades del Aprendizaje, Jefatura Técnica Pedagógica y Coordinación de Programas de Integración Escolar, además de contar con un perfeccionamiento en Diseño Universal para el Aprendizaje y en Arteterapia. Actualmente cuenta con un Diplomado en Educación Inclusiva.
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