Durante la crisis provocada por la pandemia del Covid -19, se han incrementado los síntomas de inestabilidad emocional en muchos de nosotros, y los niños no son la excepción. Por esto, es necesario entregar un soporte afectivo y muchas veces no sabemos cómo hacerlo en forma efectiva o si estamos haciendo lo correcto. Estas son algunas orientaciones que entrega el documento: “¿Cómo apoyar socioemocionalmente a nuestras hijas e hijos frente a la pandemia?, del Ministerio de Educación de Chile, y que pueden ayudar a sobrellevar la situación.
El impacto de una crisis en niños y adolescentes
Es esperable que niñas, niños y adolescentes experimenten sensaciones similares a las de las personas adultas, lo que es esperable frente a una situación anormal, pero estas debiesen ir disminuyendo con el paso del tiempo.
¿Cómo suelen responder niñas y niños?
En general, niñas y niños no utilizan la palabra para expresar lo que sienten, sino que lo hacen a través de sus conductas, en especial, a través de sus dibujos y juegos. Es por esto que cualquier cambio en su comportamiento habitual, nos informa sobre cómo la crisis les está afectando. Es esperable que puedan presentar dificultades al dormir; muestren mayor agitación, estén inquietos e irritables; o manifiesten algunos malestares físicos, como dolores de estómago o de cabeza. Además, puede que se sientan aburridos, ansiosos y/o frustrados por no poder salir a jugar, o manifiesten miedo a estar sin la compañía de sus seres queridos.
¿Cómo suelen responder las y los adolescentes?
Estar todo el día en casa, sin poder reunirse con amistades, puede generarles aburrimiento, frustración o enojo, junto con la tendencia a aislarse para buscar espacios de intimidad. Las y los adolescentes suelen sentirse “invencibles”, y puede que perciban que el COVID-19 es menos problemático para su edad, intentando desafiar las pautas de distanciamiento físico. Es probable, además, que sientan frustración por perderse experiencias gratificantes (ej: eventos deportivos, fiestas, paseos con amistades, etc.), pues buscan permanentemente la novedad, el placer, y alcanzar nuevas fronteras.
Orientaciones para el apoyo emocional
Lo primero que hay que recalcar es que no existen recetas para apoyar a nuestras hijas e hijos, y que probablemente sean ustedes quienes mejor sepan reconocer lo que necesitan. Sin embargo, a continuación, les damos algunas ideas que pueden ser de ayuda para enfrentar este periodo de crisis, pues apuntan a favorecer la calma y la seguridad, a promover el cariño y el cuidado mutuo y a despertar la alegría de nuestras niñas, niños y jóvenes.
1.Conversar y aclarar sus dudas: es importante evitar que niñas, niños y adolescentes se expongan a informaciones alarmantes o que pasen mucho tiempo expuestos a los medios de comunicación. Lo mejor es establecer instancias de diálogo sobre lo que está pasando, aclarando sus dudas y transmitiéndoles calma. Hay que tener en cuenta que quienes están bajo nuestro cuidado suelen contagiarse de nuestras emociones, por lo que, si nos ven muy ansiosos o angustiados frente a lo que está aconteciendo, lo más probable es que experimenten sensaciones similares.
Con los adolescentes: compartan información y dudas en común. Pueden analizar la respuesta de las personas ante las medidas dictadas por las autoridades, o algunos rumores sobre el COVID-19. También pueden reflexionar sobre la importancia del distanciamiento físico y el cuidado mutuo, haciéndoles ver que, pese a que se sientan bien y quieran ver a sus amistades, pueden ser portadores asintomáticos del virus y contagiar a otras personas, repercutiendo en consecuencias graves.
2.Reconocer y validar sus emociones: como se mencionó previamente, es probable que durante esta crisis, estemos experimentando emociones intensas, por lo que es bueno transmitir a nuestras hijas e hijos que sentirnos así es normal, pues estamos viviendo una situación a la que no estábamos acostumbrados.
Es importante tener en cuenta que las emociones se activan de forma automática, por lo que no podemos evitarlas, pero sí reconocerlas y regular la forma en que respondemos ante ellas. Frente a la pandemia, y para contener a quienes están bajo nuestro cuidado, es fundamental que como adultos seamos capaces de reconocer lo que estamos sintiendo, identificando nuestras emociones y evaluando cómo las estamos expresando.
Por ejemplo: ¿he intentado negar algunas emociones? ¿Estoy explotando con mucha facilidad? ¿Le he demostrado lo que siento con claridad a mis seres queridos? Preguntas como estas nos pueden ayudar a analizar cómo estamos respondiendo frente a las distintas emociones y a buscar formas reguladas de expresión, que permitan que estas no nos paralicen, desborden o interfieran en nuestras relaciones. ¡Hay que tener presente que nuestras hijas e hijos aprenden a regular sus emociones a partir de lo que observan en sus adultos significativos!
Otro aspecto importante de transmitir, es que no existen emociones buenas o malas, pues pese a que algunas sean más desagradables que otras, todas cumplen una función. Las emociones que solemos denominar como “negativas”, como la rabia, el miedo o la tristeza, son esenciales para nuestra supervivencia, pues son señales que nos preparan para defendernos, huir, enfrentar pérdidas o cuidarnos ante el peligro. Las emociones “positivas”, en cambio, como la alegría, la felicidad y el amor, nos generan agrado y se orientan a nuestro bienestar.
3.Compartir y entretenernos: tal como se mencionó antes, las crisis también nos despiertan el deseo de compartir con los demás y apoyarnos mutuamente. En este sentido, este periodo puede ser una gran oportunidad para fortalecer los vínculos en casa y realizar actividades en familia. Compartir espacios de entretención y relajo, nos genera emociones agradables, esas que apuntan a nuestro bienestar, y nos ayudan a revertir el estrés y a enfrentar mejor las situaciones difíciles. En este sentido, reírnos, ayudarnos y realizar cosas entretenidas puede ser un excelente anti- estresante para estos tiempos; es cosa de recordar nuestra infancia y lo valioso y agradable que se hacía cuando en casa había risas y una sensación de alegría y relajo.
4.Demostrar cariño y cuidarnos, ¿qué puede ser más importante?: frente a las condiciones actuales de distanciamiento físico, es probable que muchos estemos extrañando saludos, abrazos y reuniones con seres queridos que antes nutrían nuestras vidas. Sin embargo, el pasar más tiempo en casa es una excelente oportunidad para demostrarnos cariño y cuidarnos en familia. Una sonrisa cómplice, una palabra afectuosa, o tomarnos de las manos, son ejemplos de detalles que nos alegran, conectan, y son esenciales para apoyarnos en este periodo de crisis.
Debemos tener en cuenta que el autocuidado es fundamental para poder apoyar a los niños. Si Ud. como adulto se siente inestable y cree que necesita ayuda, es crucial pedir consejos de cuidado personal y de cómo enfrentar la crisis para apoyar a los suyos. No debe dejar de lado sus emociones y sentimientos, ya que esto puede desencadenar problemas emocionales mayores que afecten su diario vivir.
Fuentes utilizadas en este artículo:
Extractos del documento: “¿Cómo apoyar socioemocionalmente a nuestras hijas e hijos frente a la pandemia? orientaciones para madres, padres, apoderadas y apoderados”, año 2020, CENTRO DE PERFECCIONAMIENTO, EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIONES PEDAGÓGICAS (CPEIP), Ministerio de Educación, Chile.
Acerca de la Autora
Gabriela Briceño Garay
Titulada con honores en Educación Diferencial (Chile), con Mención en Déficit Intelectual. Dentro de sus especializaciones y experiencias destacan el ser Especialista en Trastornos del Lenguaje y Dificultades del Aprendizaje, Jefatura Técnica Pedagógica y Coordinación de Programas de Integración Escolar, además de contar con un perfeccionamiento en Diseño Universal para el Aprendizaje y en Arteterapia. Actualmente cuenta con un Diplomado en Educación Inclusiva.
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