Tanto los niños como los jóvenes se verán perjudicados con el distanciamiento social impuesto por la pandemia, ya que para su desarrollo social es necesario el contacto con sus pares. Según los especialistas, esta medida ha provocado ansiedad en niños y adolescentes.
Distanciamiento Social Sanitario
Muchas acciones que antes de la pandemia realizábamos en forma natural y espontánea han cambiado, como por ejemplo, saludarnos de mano, de beso en la mejilla o con una palmada en la espalda o un abrazo o incluso estar cerca conversando. Pero debemos tener claro que esto no será para siempre, así se reduce un poco la ansiedad.
Ahora el distanciamiento social, como medida sanitaria, no nos permite acercarnos a otras personas, para prevenir el contagio.
Según los especialistas, los adolescentes podrían ser más susceptibles a los efectos negativos del distanciamiento social durante el Covid-19, ya que “están en un período de vulnerabilidad en el que la interacción con los compañeros es un aspecto vital de su desarrollo social”.
Los efectos podrían ser perjudiciales a largo plazo, debido al reducido contacto social cara a cara con los compañeros.
¿Quedarán secuelas de este distanciamiento social sanitario?
Están quedando secuelas de todo tipo, como por ejemplo desde las más sencillas, se han vuelto más caseros, hay gente que está desarrollando trastornos obsesivos compulsivos con la limpieza, que se lavan tanto que se despellejan las manos, otras personas están desarrollando agorafobia, miedo a salir a la calle y por todas partes ven infección y los niveles de ansiedad han aumentado. Muchos están desarrollando traumas.
Según los especialistas los niños se verán menos afectados, porque se adaptan mejor a las circunstancias. Pero a la vez será muy difícil para ellos mantener la distancia si vuelven a la escuela, ya que sus juegos son de mucha interacción.
Desde el punto de vista emocional quienes se verán más afectados con el distanciamiento social son los adolescentes, porque es más difícil explicarles cuál es el punto, con quién se puede y con quién no se puede. Pero en el fondo, con esta medida estamos valorando aún más el sentido del tacto, el tocarnos para expresar afectividad, ya que el tacto ha sido siempre el más instintivo de los sentidos, que nos lleva a abrazarnos y calmarnos.
¿Nos ayuda esta nueva realidad a profundizar en las relaciones?
La pandemia nos ha ayudado a ver muchas cosas en forma diferente, hemos podido profundizar en muchos temas, uno de ellos es justamente las relaciones.
Antes de la pandemia íbamos hacia unas relaciones muy superficiales, a través de las redes sociales, con un lenguaje super simplificado, lleno de emoticones, lleno de malentendidos, donde al no haber contacto físico es más fácil desprenderse del otro.
Ahora estamos valorando las relaciones porque está prohibido el acercamiento.
También es válido preguntarse ¿cuánto tiempo podemos aguantar estas circunstancias los seres humanos?
Según los especialistas, no creen que aguantemos mucho tiempo, porque el abrazo es una forma de consuelo inmediato ancestral, que hace que lloremos y que nos sintamos protegidos. Mientras el miedo al contagio sea mayor que la necesidad de contacto físico, lo manejaremos.
El contacto humano tiene que ver con el placer, con la confianza y eso es muy difícil resistirlo mucho tiempo.
¿Cómo ayudar a los niños frente a una nueva normalidad, sin abrazos ni besos?
La mayoría de los niños anhelan encontrarse con familiares de riesgo, por ejemplo sus abuelos, recuperar el juego con amigos e incluso volver a clases. Esto se podrá hacer a medida que va en bajada el contagio, de a poco, cuándo se salga del confinamiento y se vayan recuperando rutinas y entrando en lo que ya se conoce como nueva normalidad.
Pero todo cambió, y surgen muchas preguntas con respecto al nuevo comportamiento que deberán tener los niños y en general toda la ciudadanía, pero en especial los niños. Ya que deberán acostumbrarse a no dar besos ni abrazos, al menos por un tiempo.
¿Les afectará a futuro en sus relaciones? ¿Serán rechazados? ¿Se acostumbrarán a ello? ¿Serán más frios en sus relaciones? ¿Rechazarán el contacto físico y priorizarán las relaciones online?
Es cierto que los niños se adaptan a todo con facilidad, pero no se puede saber a ciencia cierta qué consecuencias puede tener el confinamiento y esta nueva realidad en ellos a mediano y largo plazo.
Lo que sabemos, es lo que está ocurriendo en este momento, en el presente, y es que se están acostumbrando a relacionarse a través de las pantallas y a estar todo el día con el celular y el contacto físico con otras personas no se recuperará de la noche a la mañana, para algunos será complicado.
Según la edad y la personalidad es cómo les afectará esta nueva realidad a mediano plazo.
Pueden volverse más tímidos en sus relaciones con sus pares, les costará más volver al colegio o a las guarderías.
Según los especialistas, hay que actuar y hay que incitar desde ya el contacto físico para que no pierdan esa parte importante de la comunicación presencial, del afecto y el cariño físico. Así no les pasará la cuenta el distanciamiento social sanitario en su salud mental.
Algunas pautas a seguir para que los niños enfrenten mejor la nueva realidad:
- Una buena explicación
- Más muestras de cariño en casa
- Buscar formas divertidas de fomentar el distanciamiento social
- Darles mayor autonomía
- Estar atentos a las consecuencias psicológicas
- Restringir las pantallas
Todo lo que hagamos por nuestros hijos es poco, lo más importante es entregarles mucho amor día a día.
Fuentes utilizadas en este artículo
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excelente articulo!
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