La frustración es una consecuencia directa de la falta de comprensión de las emociones. Esta frustración se aprecia con un aumento de la agresividad y el aislamiento social. Es necesario educar emocionalmente desde edades tempranas fomentando la empatía. Pero resulta, sin duda, una tarea ardua con los más pequeños.
Las emociones, ese gran desconocido
Acceder a las emociones de las personas resulta una tarea complicada y más teniendo en cuenta la edad. No es lo mismo a los 3 años, cuando no saben identificarlas, que en plena adolescencia con todo lo que eso conlleva.
De cualquier modo no vivimos en una sociedad donde se repriman, pero tampoco se hace alarde de ellas. Se ha evolucionado mucho en este aspecto y ya no es fácil encontrar a alguien que se sienta culpable por sentir lo que siente. Pero aún queda mucho camino por recorrer.
La educación que se recibe hoy en día, tanto el colegio como en casa, presta mucha atención a este tema. Se trata de algo que afecta tanto al niño como a todos aquellos que están a su alrededor. Además, está demostrado que el conocimiento de las emociones nos ayudan a entendernos mejor y a crecer como seres humanos.
La inteligencia emocional, una asignatura obligatoria
La inteligencia emocional debería tratarse de asignatura obligatoria en todos los colegios y niveles educativos. Aunque los niños en edad infantil no lleguen a comprender del todo lo que se les está diciendo, sería muy arriesgado no hacerles participes en esa explicación. Cuando crecen años, los niños van entendiendo mejor estos conceptos porque se les has explicado desde siempre. Si esta demostración falla la consecuencia directa será la frustración.
La frustración deriva de una inadecuada canalización de sentimientos. Convierte cualquier problema sencillo en algo mucho más complicado, generando agresividad y en aislamiento social. Las personas que la sufren generan cierto rechazo. No consiguen controlar algunas actitudes ni llegar a comprenderlas, tanto las propias como las ajenas.
Cómo explicar las emociones a los niños
Con niños pequeños se suelen utilizar técnicas y explicaciones atractivas, con juegos y música como parte de la rutina, para que les enganche y quieran continuar.
El funcionamiento es el mismo que para cualquier otro contenido que se les enseñe. Lo que ven divertido lo quieren hacer una y otra vez. Una de las primeras explicaciones que se les puede dar es el concepto de empatía, con ejemplos claros de cómo se sienten los demás a través de cómo se sentirían ellos en la misma situación.
Si consiguen entender este concepto la mitad del camino estará hecho. El motivo es que los celos y las ganas de ser importantes es de lo más difícil de comprender para un niño.
Los niños no son mini adultos, pero a veces sorprende la capacidad de comprensión que tienen. En las situaciones más complicadas si observamos cierta madurez nos haremos una idea de cómo serán con el paso de los años.
El rumbo de la vida puede depender de cómo se controlan las emociones. Algunos las ven como una guía, y otros, los menos, como un estorbo. Pero se deben conocer y luego ya se decide el uso que se hace de ellas.
¿Es importante identificar las emociones desde niños?
¿ Sirve de algo aprender a canalizar la frustración propia de la edad infantil?
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Muy interesante, muchas gracias por explicarlo tan bien
Muchas veces no sabemos interpretar nuestras propias emociones, como para saber las emociones de un niño