¿Es bueno el celular en manos de un niño?

¡Qué difícil no ceder a la petición de un hijo! Sea cuál sea la petición, a los padres nos complica, porque siempre deseamos complacer a nuestros hijos. Más complicado es aún si lo que nos piden es un celular o móvil, que todos sus amigos o compañeros los tienen. Estamos en el siglo 21 y la tecnología está a la orden del día, no podemos quedarnos atrás, pero esa no debe ser la única razón para regalar un móvil a nuestros hijos. Como todo, debe ser regulado y controlado por los padres, sobretodo con los niños.

Celulares en manos de niños

Un alto porcentaje de niños de 9-10 años tiene móvil propio, regalo de cumpleaños, de Reyes o por sacar buenas notas, eso es lo de menos, porque en algún momento se atenderán las peticiones de los niños que piden insistentemente su móvil propio, porque todos sus amigos los tienen, y los padres acaban cediendo, no muy convencidos quizás, pero lo hacen. Y de tenerlo a usarlo a cada momento que puedan tan solo hay un paso, muy pequeño, inapreciable; lo llevaran al colegio o al instituto, con la excusa de poder avisar a sus padres si es necesario. Y aunque esté prohibido por el centro dará igual, porque son normas que parecen puestas de pega, que nadie cumple, y como cuentan con el consentimiento paterno parece que no se está haciendo mal del todo.

Pero la realidad es que a los más pequeños de la casa no les hace falta un teléfono móvil para sobrevivir. Nos hacen creer que sí, y como adultos nos lo llegamos a creer, creando la necesidad antes incluso de que exista. Pueden ser muy útiles para el entretenimiento y el aprendizaje con juegos y vídeos educativos, pero en otros aspectos, les roban a nuestros hijos parte de su infancia y su inocencia. Y es que no ceder ante la presión del grupo es muy complicado, porque no queremos quedarnos atrás, queremos remar hacia el mismo lado que los demás, y la propia presión autoimpuesta hará que flaqueemos ante las peticiones.

Porque la fuerza de la presión del grupo es una de las primeras cosas que entendemos en esta vida, pero no logramos entender del mismo modo el no ceder ante esas presiones, si comprendemos las consecuencias de no hacerlo, pero no queremos hacerlo. Y si a nosotros como adultos nos pasa, tenemos que comprender que en la niñez es todo mucho más complicado.

Importancia del control parental

Y es que realmente el problema no es tenerlo, sino utilizarlo sin control parental ninguno, que es lo que ocurre en la mayoría de los casos, padres demasiados ocupados y estresados, y es cuando los niños aprovechan para utilizarlos sin límites. Y es que todo en su justa medida no es malo, el problema es ese, encontrar cuál es la medida perfecta. Y es que si prohibir no funciona, se tratará de preparar a los niños y adolescentes para vivir en un mundo conectado, para  ayudarlos a autorregularse, complicado sí, pero no imposible. En ocasiones se trata tan solo de acompañar y no dejar que caigan en usos indebidos, tan solo eso. Y es que por si se nos olvida, estamos en el siglo XXI, y tenemos que vivir acorde a lo que se demanda en cada momento.

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