Todos los niños quieren una familia para ser felices

Todos los niños quieren una familia para ser felices

 

Los niños se desarrollan dentro de su familia, aprenden a ser personas con los ejemplos que ven, necesitan de esa relación tan especial con sus progenitores. Pero hay niños con situaciones familiares tan distintas que no tiene a su familia para esto, niños que crecen en centros residenciales para menores en situación de desamparo, tutelados por la Administracion. Ya hace años que estas situaciones fueron reguladas por los gobiernos de las comunidades autónomas, que intentan que la figura del acogimiento familiar prevalezca sobre el internamiento en centros de menores.

Se intenta siempre que el menor quede con algún familiar cercano (abuelos, tíos,…), pero no siempre es posible. Cuando no se da esta situación, en la mayoría de ocasiones el menor será internado en un centro que tendrá unas rutinas y servicios similares a los de una familia, pero con la frialdad y rigidez de un centro. Ello no tiene nada que ver con vivir en una familia. Es por ello que se intenta por todos los medios que alguna familia se haga cargo del menor. Hay que tener claro que se trata de una medida provisional y que el menor retornará a  su familia biológica en algún momento.

Todas las comunidades autónomas hacen campañas  de concienciación sobre esta alternativa, ofrecen apoyo, asesoramiento y ayudas económicas, pero la realidad es que es una medida que no está lo suficientemente implantada en nuestro país.

Los primeros años de vida de cualquier persona son los que van a marcar el carácter y manera de ser de esta, es por ello que se insiste en que los menores de 6 años estén en familias de acogida. Un hogar es el entorno natural y propicio para el crecimiento y desarrollo personal de los menores ya que les aporta el afecto, atención y educación que precisan.

La posibilidad de que un menor desprotegido fuera acogido por otra familia, de manera temporal o sustitutiva, estaba ya presente en nuestra legislación desde los años cuarenta del siglo pasado. Sin embargo, su aplicación no fue prioritaria y nunca supuso una alternativa hasta hace unos años. Hemos tenido que esperar hasta 1987 para que la figura del acogimiento familiar fuera regulada y definida como la prioritaria frente a la institucionalización imperante hasta ese momento.

En los años posteriores a la Guerra Civil, era muy normal que los menores desamparados permanecieran en centros durante años, y no siempre los hermanos permanecían juntos puesto que no se mezclaban sexos ya que los centros no eran mixtos. Solían ser centros religiosos y, por ello, muchos menores acogidos en estos centros optaban por dedicarse a la religión en su vida adulta.

Los tiempos han cambiado y todo debe adaptarse a este nuevo ritmo de vida. En una sociedad en la que un alto porcentaje de parejas no tiene hijos u opta por el hijo único, debemos reconocer que el acogimiento familiar aún no está implantado. Y, si somos realistas, tendremos que admitir que costará mucho lograrlo.

 

*Aucal Business School oferta el curso de Técnico Superior en Mediación Familiar, en colaboración con la universidad Antonio de Nebrija.  Esta formación capacita al alumno con los conocimientos necesarios para intervenir en el ámbito familiar mediante la indicación de pautas de intervención con el objetivo de llegar a una resolución pacífica de conflictos. El curso tiene una duración de 6 meses en modalidad online.

 

¿ Acogerías a un menor en tu familia durante un tiempo determinado?

¿ Es necesario más apoyo económico para la familias que deciden acoger un menor?

 

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