¿Qué significa compartir en la infancia?

Si se le pregunta a padres con hijos pequeños, de 2-3 años muchos coincidirán al decir que una de las principales características es que no comparten sus juguetes y sus cosas con otros, visto este gesto como rebeldía o mal comportamiento, puesto que al ser preguntados por ésto, el niño va a seguir respondiendo con negativas.

Es curioso, porque fomentamos esa acción de compartir, para llegados a una determinada edad dejar de hacerlo; no creo que ningún adulto comparta su coche con alguien que no conoce, con alguien que llega y se lo pide. ¿Por qué entonces ese afán de que nuestros niños compartan todo? Socialmente si un niño comparte tendrá más amigos, porque los demás verán su buena acción y querrán juntarse con él; este es al menos el pensamiento que tenemos como adultos, pero los niños no lo ven así, su relación con sus iguales es más una relación de “interés”, y más en esa corta edad. Si me dejas algo perfecto, pero si no me interesa no voy a jugar contigo por este motivo. No tiene aún el razonamiento de acción, que se alcanza más adelante.

Ante esta gran preocupación de los padres, que ven que su hijo se va a quedar sin amigos por no querer compartir,  debemos decir que deberían preocuparse de enseñarles a decir no desde el respeto, para que el otro niño no se sienta ofendido, y también por su propia estabilidad emocional. Si enseñamos a un niño a que siempre tiene que satisfacer los deseos de los demás, sin pensar en sus sentimientos, estaremos creando un adulto inseguro, con baja autoestima y con una nula capacidad de respuesta.

Suena duro, pero es así. Si ven respeto aprenderán respeto, y que sus padres, que son su referente más cercano respeten su decisión, sin obligarles a hacer lo contrario a lo que quieren hacer, para ellos es muy importante; porque lo que ellos necesitan en ese momento de presión es que sepamos ponernos en su lugar y dejarles actuar como si de adultos se trataran. Es impensable que estemos sentados tranquilamente, llegue un desconocido y se ponga  a tocar nuestro móvil sin que nosotros le digamos nada. ¿Por qué esta misma acción la vemos tan negativa si la realiza un niño? Porque la palabra es enseñar, no obligar, que es algo que imprime obligación; en cambio enseñar es sinónimo de respeto.

Muchas veces nos empeñamos en moldear a nuestros hijos con la proyección de futuro que tenemos para ellos, sin tener en cuenta que son pequeños pero ya observan el mundo con sus grandes ansias de aprender, sin pensar en que estas acciones tendrán repercusiones futuras, nada positivas la verdad. Quizás porque pensamos que siempre se ha hecho así y que es lo correcto.

¿Ves repercusiones positivas o negativas en obligar a los niños a compartir?

¿No compartir les hará mas egoístas en el futuro?

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