El séptimo Objetivo de los ODS es garantizar energía a la mayor cantidad de personas posibles, lo ideal es a todas, pero sabemos que en países subdesarrollados o más pobres no ha sido posible. Es una meta de la Agenda 2030.
Garantizar el acceso a una energía sostenible y asequible
Como todos los Objetivos de los ODS, éste es prioridad sobretodo para los países más pobres, lo que ha avanzado bastante a lo largo del tiempo, ya que la energía se está volviendo más sostenible y ampliamente disponible.
En los países más pobres se ha acelerado el acceso a la electricidad, la eficiencia energética ha mejorado y la energía renovable ha logrado resultados excelentes en el sector eléctrico.
También es necesario prestar atención a los combustibles de cocina limpios y seguros, y es más, implementar tecnologías para 3.000 millones de personas en África subsahariana, para expandir el uso de energía renovable más allá del sector eléctrico.
Hay tres aspectos importantes en este Objetivo y son:
- Acceso a la energía
- Eficiencia energética
- Energía renovable
Existe un informe del progreso en materia de energía que proporciona un registro mundial con respecto a esos tres aspectos. Evalúa el progreso conseguido por cada país en esos tres pilares y a la vez, ofrece una panorámica de lo que aún falta por hacer para lograr las metas de la Agenda 2030.
El acceso a la energía es vital y no contar con ella obstaculiza los esfuerzos por contener el Covid-19 en muchas partes del mundo, lo mismo que para cualquier enfermedad o pandemia.
Los servicios energéticos son clave para prevenir enfermedades y dar los cuidados necesarios a los enfermos.
Estos cuidados pasan desde proporcionar suministro eléctrico a los establecimientos sanitarios, hasta lo más básico que es agua limpia para una adecuada higiene, incluso permitir las comunicaciones y los servicios de TI que conectan a las personas, sobretodo en pandemia.
Existen en la actualidad 789 millones de personas que viven sin acceso a la electricidad en el mundo, especialmente en África subsahariana, y cientos de millones de personas más que solo tienen acceso a una electricidad muy limitada o poco fiable.
En pleno siglo XXI aún hay personas que no disfrutan de un bien tan preciado y tan necesario como es la electricidad.
Esta carencia no permite avanzar en el progreso que deberían tener todos los países, además, esto influye directamente en poder cumplir los demás Objetivos de los ODS.
Como ya hemos dicho, la pobreza, el hambre, la educación, el acceso al agua, la igualdad de género, salud y bienestar, etc, todos Objetivos de los ODS, son los eslabones que forman una cadena, la cual debe ser completada con las metas de la Agenda 2030.
Algunos datos interesantes
- El 13% de la población mundial aún no tiene acceso a servicios modernos de electricidad.
- 3000 millones de personas dependen de la madera, el carbón, el carbón vegetal o los desechos de origen animal para cocinar y calentar la comida.
- La energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
- La contaminación del aire en locales cerrados debido al uso de combustibles para la energía doméstica causó 4,3 millones de muertes en 2012, 6 de cada 10 de estas fueron mujeres y niñas.
- En 2015, el 17,5% del consumo final de energía fue de energías renovables.
Es muy importante que la energía no sea contaminante, ya que dependemos de ella para nuestro diario vivir, y además debe ser asequible, para que todos tengan este beneficio.
Todos los sectores se benefician de un sistema energético bien establecido, de lo contrario, es un obstáculo para el desarrollo humano y económico.
Si queremos un mundo más limpio, debemos tener una energía limpia y sostenible, no como ha sido durante muchos decenios, donde se ha usado combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo o el gas, que han sido las principales fuentes de producción de electricidad, hasta nuestros días.
Todos esos combustibles han contaminado el planeta, ya que la quema de estos combustibles provoca grandes cantidades de gases de efecto invernadero, ya que tienen un alto contenido de carbono. Han contribuido al cambio climático, y han perjudicado el bienestar de las personas y del medio ambiente.
Más de 1.200 millones de personas viven sin electricidad, lo que equivale a una de cada cinco personas de la población mundial, la mayoría en África y Asia.
Como vemos, sin electricidad no hay progreso, no hay economía sustentable y todo se ve afectado, ya que es un servicio básico y necesario para el diario vivir.
Aún queda mucho por hacer de parte de los Gobiernos, con políticas dirigidas especialmente a las necesidades de los ciudadanos y encaminadas hacia un futuro sostenible, para lograr las metas que se ha propuesto la Agenda 2030.
Todos podemos cooperar en el tema de la electricidad, con el simple hecho de ahorrar energía en nuestros hogares, de adoptar costumbres y hábitos para reducir las emisiones de carbono. Siempre hay algo que se puede hacer con voluntad y empatía.
Fuentes utilizadas en este artículo:
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/energy/
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