Un breve listado para que sepas qué evitar en lo que comes y bebes a diario.
Seguir una alimentación equilibrada es esencial para gozar de una buena salud. No son pocas las personas que acuden a webs como Personal Diet en busca de información para elaborar una dieta que les aporte las calorías y nutrientes necesarios para disfrutar de un buen estado.
No obstante, es necesario no solo escoger una buena distribución de alimentos y consumir las cantidades adecuadas, sino también prestar especial atención a la composición de estos. Y es que, en la actualidad, es muy poca la comida y bebida que puede presumir de ser totalmente “pura”.
Las marcas añaden todo tipo de conservantes y de aditivos para conseguir que los alimentos sean más duraderos, más voluminosos o para que, simplemente, luzcan un aspecto mucho mejor, más atractivo para llamar la atención del comprador. El problema de esto es que pueden suponer algo bastante perjudicial para la salud de las personas.
De esta forma, para que sepas qué evitar a la hora de comprar cualquier producto de comida o bebida, vamos a hacer un listado con los peores aditivos y conservantes, aquellos que son especialmente perjudiciales para la salud.
¿Cuáles son los conservantes y aditivos más perjudiciales?
Existen más de 10.000 aditivos que se consideran inocuos y, por lo tanto, no dañinos para el organismo. Sin embargo, existen otros muchos que aparecen en alimentos preparados o precocinados que pueden influir en el desarrollo hormonal o incluso facilitar la aparición de cáncer.
¿Cuáles son estos? Los siguientes:
- E-216 Propil paraben
- E-249 Nitrito potásico.
- E-250 Nitrito sódico.
- E-251 Nitrato sódico.
- E-252 Nitrato potásico.
- E-320 Butil Hidroxi Anisol.
- E-321 Butil Hidroxi Tolueno.
Saborizantes y colorantes entran también dentro de este espectro considerado como peligroso para el organismo. De hecho, desde la Organización Mundial de la Salud y los diferentes organismos de seguridad y alimentación internacionales advierten de la importancia de vigilar el consumo de estas sustancias.
Como se suele decir, somos lo que comemos. Si queremos ser personas saludables, necesitamos controlar no solo las cantidades y los nutrientes, también debemos tener en cuenta que estos aditivos no formen parte de la composición de nuestros alimentos. Por eso, recomendamos dedicar un buen tiempo a comprobarla y determinar la compra en base a ello. Puede ser algo molesto al principio, pero, a la larga, traer muchos beneficios.
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