Es bien sabido por todos que el tabaco perjudica gravemente la salud propia y la de los que están a su alrededor. Pero, ¿sabías que el tabaco actúa directamente sobre la absorción de la vitamina C? Muchos fumadores no saben de la importancia nutricional que esto puede acarrear en su organismo.
La vitamina C es uno de los antioxidantes naturales y reductores más potentes que existe. Es importante mantener un buen aporte de la misma para conservar las células en condiciones óptimas y evitar así el ataque que producen los radicales libres provenientes del exterior, que son los causantes del envejecimiento prematuro de las mismas.
Además, el cuerpo necesita vitamina C para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas. El humo del tabaco disminuye la oxigenación de los tejidos, afectando a la nutrición de la piel.
Es la nicotina la que provoca una disminución de la circulación, y el monóxido de carbono compite con el oxígeno por la hemoglobina, disminuyendo así la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos periféricos.
Finalmente, la piel aparecerá áspera, quebradiza, con pérdida de elasticidad, grisácea y apagada. En un símil, el colágeno vendría a ser como el cemento que une a los ladrillos.
Otra de las funciones más importantes de esta vitamina es la de mejorar la absorción del hierro no hemínico presente en los alimentos de origen vegetal y contribuir al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades.
Las principales fuentes de vitamina C son las frutas y verduras:
– Frutas cítricas: grosella negra, naranja, mandarina, melón, nectarina, pomelo, kiwi, guayaba, litchi, mango, papaya y fresas.
– Verduras: pimiento rojo y verde, brócoli, coliflor, col, repollo, espinaca, tomate.
Existen otras frutas menos conocidas por la población, como son la ciruela kakadu, de origen australiano, el fruto camu-camu, de origen sudamericano, y la acerola, una baya de color amarillo rojizo. Cualquiera de ellas contiene entre 20 y 100 veces más cantidad de vitamina C que las naranjas.
El contenido de vitamina C de un alimento puede verse disminuido por una cocción prolongada o por almacenarse por tiempo prolongado.
La cantidad diaria recomendada depende de las distintas etapas de la vida. Para los adultos masculinos, la cantidad recomendada es de 90 mg/día y para los adultos del género femenino son 75 mg/día. Si la persona fuma, deben añadirse 35 mg más a los valores indicados anteriormente.
Esto se debe a un mayor aumento de la renovación metabólica – un 40% más que en las personas no fumadoras-, destruyéndose más cantidad de vitamina C y evitando así que el organismo pueda aprovecharse de ella. Los fumadores pasivos o que están continuamente en un ambiente tabáquico también tendrán que ingerir más cantidad de vitamina.
Cuanto más fume una persona, más cantidad de vitamina C tendrá que consumir para contrarrestar el daño de las . Así que en tus manos está si quieres mantener un buen estado nutricional.
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Para quien quiere tener una vida saludable es muy importante consumir una alimentación equilibrada, pues el equilibrio desarrolla una ruta metabólica correcta en nuestro organismo.
Cuando eso no sucede, y como si un coche andaba sólo al alcohol, pero colocara gasolina como combustible para él. puede funcionar por un tiempo, hasta puede, pero se inicia una serie de desgaste en el coche.
Muy agradecido por las informaciones, yo no sabía los porcentajes de daños causados por el humo. Entonces sólo en términos de vitamina C, se necesita un consumo de más del 30% del consumo normal.
Recomiendo a todos que quieran vivir una vida saludable, se alimente con nutrientes balanceados y tenga más calidad de vida y tiempo de vida.