Reducir y mejorar la calidad de lo que se consume, son las premisas básicas para comprender la dieta minimalista. Una filosofía que ha surgido para hacer frente a la epidemia de sobrealimentación.
Dieta minimalista cuando menos es más
La vuelta a lo esencial, y al minimalismo, se puede aplicar en muchos aspectos, no solo al material. Así, los conceptos principales del minimalismo como la simplificación y el aumento de la calidad, también se pueden aplicar a la dieta.
Y aunque utilizamos la palabra dieta minimalista, dista mucho de ser la típica fórmula para perder peso en 30 días, más bien es una forma de comer, que se enmarca dentro de una filosofía de vida a largo plazo. Por lo que, más que una dieta temporal, es una actitud hacia la forma de alimentarse, por lo que los resultados serán estables en el tiempo. Unos resultados que no se basan en perder peso, sino en disfrutar de un camino más saludable en la alimentación.
Se consume aquello que hace sentir mejor, por lo que puede variar según cada persona.
En definitiva, esta filosofía, no presenta recetas, ni pautas, ni dietas, por lo que no se pueden indicar fórmulas mágicas, y su adaptación dependerá de cada persona. Aunque sí es cierto que existen ciertas pautas de esta filosofía que te pueden ayudar a encontrar tu camino hacia una forma de alimentación más saludable.
Como verás, en lo que se refiere a la alimentación, siempre surgen nuevas corrientes que pueden ser interesantes para encontrar inspiración y algunas ideas. Y como en la reflexión se encuentra la evolución, en el artículo de hoy analizamos las claves principales sobre la dieta minimalista, una filosofía que encontramos interesante para encontrar la fórmula que te ayude a comer mejor, y por lo tanto mejorar tu calidad de vida.
¿Qué es exactamente una dieta minimalista?
Tal y como te comentábamos, es una filosofía de vida, que se traduce a todos los campos y, por lo tanto, también a la alimentación.
Más que un conjunto de reglas rígidas, es un proceso y una filosofía en la que cada uno encuentra su camino adaptado a sus propias necesidades.
En resumen, los ejes principales de la dieta minimalista, se basan en una reducción hacia lo esencial en pos de un aumento de la calidad frente a la cantidad.
¿Significa esto renunciar a los sabores y a disfrutar de la comida? Para nada, todo lo contrario, es una forma de alimentación consciente donde aumenta la calidad de lo que se come, sin interferencias y disfrutando de los sabores esenciales, por lo que se no se necesitan añadidos artificiales, con todas las ventajas que ello conlleva.
Claves de la dieta minimalista
- Es más sana, ya que se reducen hasta eliminar los añadidos menos saludables como los ultraprocesados como el azúcar o los productos refinados, entre otros.
- Se simplifica la dieta, con menos productos y de preferencia aquellos de producción local.
- Si puede ser, se prefieren alimentos de, de temporada y producción local
- Es saciante, al reducir los alimentos consumidos y los añadidos procesados, la dieta se equilibra y se necesita comer menos.
Cómo incorporar la dieta minimalista
Preparar la comida | Ser consciente de lo que se come, y preparar la comida ayuda a alejarse poco a poco de los alimentos procesados no saludables.
Adiós a la comida basura | Al incluir alimentos saciantes y equilibrar la alimentación, desaparecen gradualmente los impulsos emocionales y fisiológicos de consumir aquellos aditivos adictivos como el azúcar o las harinas refinadas.
Sustituir | Muchas veces, los impulsos de ingerir alimentos poco saludables, provienen de carencias nutricionales o eventos emocionales. Ser consciente de esos impulsos y sustituirlos por alimentos más saludables, es una de las piedras angulares de la dieta minimalista.
Ayuno intermitente | En niveles más avanzados, y con un mayor control de la dieta, se puede llegar a realizar un ayuno intermitente. Algo que se puede empezar poco a poco.
Equilibrio de los hábitos | Para reducir y mejorar la alimentación, es imprescindible el sustento de otros pilares como el ejercicio o respetar las horas de sueño.
Preguntas para incorporar la filosofía minimalista a la hora comer
- ¿Realmente tengo hambre? Y si la respuesta es positiva ¿Puedo sustituir lo que como por algo más saludable? En ocasiones, lo que puede parecer hambre, tan solo es una carencia de líquido, por ejemplo.
- ¿Por qué estoy comiendo?¿Es por un evento emocional, me estoy distrayendo de algo?
- ¿Cuánto quiero comer?
- ¿Estoy comiendo rápido o de manera pausada?¿Soy consciente de lo que como?
- ¿Mastico lo suficiente?
En definitiva, la dieta minimalista, lejos de incorporarla como una fórmula rígida y mágica, puede ser un buen comienzo para iniciar el camino hacia una alimentación más saludable, donde se consumen los nutrientes esenciales para la conservación y mejora de la salud.
El minimalismo se refiere a no obtener más de lo que se requiere, lo que significa nutrirse con lo que se necesita, uno de los objetivos que persigue la nutrición.
Tal y como dijo Leonardo Da Vinci, la simplicidad es la máxima sofisticación.
Y la filosofía minimalista puede ser un buen ejemplo de ello. Aunque como siempre, todo depende de las necesidades de cada persona.
¿Qué opinas sobre la filosofía minimalista aplicada a la alimentación? ¿Crees que puede ayudar a mejorar la alimentación?
Formación, la mejor herramienta frente a los hábitos poco saludables
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Webgrafía
https://www.healthline.com/health/balanced-diet#importance
https://www.theminimalists.com/diet/
https://www.minimalstudent.com/students-guide-to-a-minimalist-diet-in-5-steps/
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Gracias por el artículo