Una gran parte de la población, especialmente la femenina, sufre problemas de anemia. La falta de glóbulos rojos, los niveles bajos de hemoglobina y la baja reserva de hierro son problemas habituales en los análisis sanguíneos. El típico síntoma de este problema de salud es el exceso de cansancio, sueño que muchas veces pasar por una depresión. Es importante combatirlos mediante la dieta, por ello he querido centrarme en esta patología y poder entregar sugerencias prácticas de cómo combatirla desde el punto de vista nutricional.
Fabricación de glóbulos rojos, hemoglobina y hierro
A continuación, incluiremos los nutrientes imprescindibles para la correcta fabricación de los glóbulos rojos. Éstos se comportan como un equipo que no puede funcionar si falta cualquiera de sus elementos.
Vitamina B12
Vitamina exclusiva de los alimentos de origen animal. La podemos obtener con el consumo de carnes, pescado, huevos, leche y derivados.
Ácido fólico
Es uno de los constituyentes necesarios para la elaboración de los glóbulos rojos (eritrocitos) y los glóbulos blancos (leucocitos) en la médula espinal y para su correcta maduración.
Vitamina B6 (Piridoxina)
Esta vitamina es necesaria para la formación de la hemoglobina.
Algunas mujeres que toman anticonceptivos orales presentan síntomas que indican una deficiencia de esta vitamina, como son depresión, malestar general e intolerancia a la glucosa. Estas alteraciones desparecen cuando se incorpora a la dieta un suplemento de piridoxina.
Los alimentos que la aportan en mayor cantidad son las levaduras, el germen de trigo, los pescados, especialmente el azul, las carnes (especialmente de cerdo, caballo, conejo y aves), el hígado, los frutos secos y los cereales integrales. También tienen altas dosis de vitamina B6 las legumbres, pero en es absorbida con tanta facilidad. En cambio, los lácteos, los huevos, las frutas y las verduras carecen de buenas concentraciones de esta vitamina.
Vitamina C
Favorece la asimilación del hierro y alarga la vida de las células sanguíneas. El consumo continuado de vegetales crudos y frutas, especialmente los cítricos, es imprescindible para la lucha contra las anemias
Hierro
Este mineral, es el que hace posible el transporte de oxígeno en los glóbulos rojos. La dosis inadecuada de hierro en la dieta es la causa principal de anemias.
Son muchas las causas que pueden impedir una buena asimilación del hierro. Algunas son propias de cada individuo, como la insuficiente secreción ácida del estómago o un exceso de alcalinidad en el intestino. Otras se deben a sustancias contenidas en los mismos alimentos que se combinan con el hierro e impiden su absorción, como por ejemplo los oxalatos de algunos vegetales, el ácido fítico abundante en los cereales o los taninos en el vino o el té.
El hierro de los alimentos vegetales se absorbe en menor proporción que el de los alimentos de origen animal.
Aunque, los alimentos más ricos en hierro son el hígado y las vísceras de los animales, no es aconsejable potenciar su consumo por las elevadas dosis de colesterol que contienen.
Por último, el consumo continuado de antiácidos, como el bicarbonato y/o fibra, disminuye de una manera importante la absorción del hierro.
Cobre
La deficiencia de cobre se manifiesta por una incapacidad de absorber hierro a través del intestino, lo que desencadena anemias.
Una dieta variada asegura ampliamente el aporte necesario de cobre. La dieta de este mineral puede aparecer en dietas monótonas a base de carnes, cereales refinados y leche y sus derivados, que son alimentos relativamente pobres en cobre, al igual que el uso continuado de laxantes, que disminuye de una manera muy importante la absorción de cobre y hierro.
Son buenas fuentes de cobre el germen de los cereales, los cereales integrales, las legumbres, los mariscos y los frutos secos.
¿Tienes o has tenido anemia?
¿Tienes buenos hábitos de alimentación?
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