En la cocina es mejor ir poco a poco. Pese a que todos nos encantaría conocer las recetas más sabrosas, sanas y revolucionarias, la realidad es que en este campo la paciencia es un grado. Por ello, es mejor comenzar poco a poco. Interiorizar una serie de recetas básicas con las que ir mejorando nuestras habilidades culinarias.
A continuación, es turno de elaborar el auténtico cocido madrileño, una receta única con las que conquistar los paladares más exigentes. Y, cómo no, sus corazones.
Cocido madrileño
El cocido madrileño es uno de los platos más típicos de la región de Madrid. Si vives en la capital española, existe un restaurante de cocido en Vallecas en el que disfrutar del mejor cocido en Madrid, se trata del restaurante Puerta Bisagra. Sin embargo, si no vives ahí, no te preocupes, te enseñamos cómo prepararlo en tu cocina.
Ingredientes:
- 300 gramos de garbanzos
- 400 gramos de morcillo
- 200 gramos de tocino
- 2 huesos de rodilla entera
- 3 huesos de espinazo de cerdo salado
- 3 huesos de caña con tuétano
- 3 chorizos frescos
- 150 gramos de fideos cabellín
- 150 gramos de caldo de gallina
- 3 patatas
- 2 zanahorias
Cómo elaborarlo:
La cocción de un buen plato de cocido madrileño comienza la noche de antes. Poniendo todos los garbanzos a remojo. Si les añadimos, además, un poco de sal gorda obtendremos el mejor resultado posible a nivel de sabor.
Pondremos a cocer en un recipiente de agua fría las carnes, el jamón y los diferentes huesos que hemos indicado previamente. Es normal que en el proceso de cocción el agua se vaya evaporando, por lo que tendremos que ir añadiendo vasos de agua de tanto en tanto.
Es importante que pongamos el fuego a media potencia. Cuando observemos que el agua empieza a hervir, añadiremos los garbanzos que, hasta ese momento, estaban a remojo desde la noche anterior. A continuación tendremos que esperar tres o cuatro horas.
Paralelamente a este proceso, utilizaremos dos cazuelas más: En una de ellas pondremos a cocer el repollo. En otra, los chorizos y las morcillas, con el fin de que no llenen de grasa nuestro caldo.
Por último, sacaremos todas las carnes y las serviremos en una misma fuente, a las que tendremos que añadir los chorizos y las morcillas que hemos cocido previamente. Rehogamos el pollo y añadimos los garbanzos, las patatas y las zanahorias. Y, en último lugar, únicamente quedará hacer la sopa hasta que los fideos estén en su punto.
Una mañana en la cocina que será suficiente para elaborar uno de los platos más sanos y sabrosos con los que cuenta la cocina española.
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