El real peligro de los aditivos en los alimentos

Los aditivos ya sean sustancias naturales o sintéticas, son añadidos intencionadamente a los alimentos. Aquí te dejamos algunos consejos sobre este tema, si bien no es peligroso es importante.

¿Son peligrosos los aditivos para la salud?

Los aditivos alimentarios están regulados mediante legislación tanto a nivel europeo como a nivel nacional.  Se les atribuyen un código (número E) y fijan los criterios generales de uso y de pureza. Existe una lista positiva que especifica los alimentos en los que estos aditivos pueden ser añadidos así como las dosis máximas autorizadas.

El aditivo que esté en una lista no puede ser utilizado más que en el producto alimenticio para el que es especifico y no puede sobrepasar, en las condiciones prescritas, la dosis prevista.

Los alimentos que no aparezcan en la lista no pueden contener aditivos y de la misma forma, las sustancias que no hayan sido contempladas en la lista de aditivos no pueden ser utilizadas como tales.

Esta lista positiva está en constante movimiento, es objeto de una evaluación permanente por los comités expertos. Si se descubre que un aditivo es menos inofensivo de lo que se pensaba hasta el momento, puede ser suprimido de la lista positiva o su I.D.A. (Ingesta Diaria Admisible)* se reduce. Además, se pueden añadir nuevos aditivos a esta lista.

*I.D.A. ( Es la dosis que un individuo normal puede ingerir durante toda su vida sin que su salud corra un riesgo perceptible). Se expresa en miligramos por kilo de peso corporal y día.

Está establecida por los Comités de expertos europeos y mundiales y puede ser revisada y corregida en función de los nuevos experimentos y descubrimientos científicos.

Conviene  recordar que si se utilizan siguiendo las condiciones de uso fijadas por la normativa, la mayoría de los aditivos no causan problemas a la mayor parte de los consumidores, pero no a todos.

En nuestra alimentación, los aditivos no son los que representan el mayor peligro para la salud pública, sino, más bien, los hábitos alimenticios, los microbios patógenos, etc.

Para nuestra salud,  es mucho más peligroso una vida sedentaria, el abuso de sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, drogas,…), dietas ricas en grasas y pobres en alimentos vegetales, ricos en antioxidantes y fibra.

Hay personas que son más vulnerables que otras a sufrir potenciales efectos negativos después de la ingesta de aditivos:

• Personas que llevan una dieta monótona, poco variada, que consumen gran cantidad de alimentos ricos en aditivos (precocinados, aperitivos, salsas,…).
• Personas enfermas (sistema inmunitario deficiente, que padecen trastornos fisiológicos, …)
• Las personas que sufren alergias, asma, urticaria crónica, sinusitis, pueden confundir o potenciar su sintomatología con el consumo de ciertos aditivos.
• Los niños, especialmente los menores de 3 años, debido a que sus órganos y sistemas (digestivo y renal principalmente) no están suficientemente desarrollados.
• Las personas mayores, porque su organismo va perdiendo sus capacidades funcionales. Muchos suelen además tomar diversidad de medicamentos.
• Las embarazadas, deben cuidar todo lo que pueda influir en la salud de su futuro bebé, por lo que no se puede descuidar la vigilancia de su alimentación y los aditivos forman parte de ella.

¿Qué alimentos contienen más aditivos?

En principio, cuanto más rico en color, transformado o elaborado sea un producto, más probabilidades tiene de contener mayor número de aditivos.

Entre ellos destacan:

• Aperitivos
• Bebidas alcohólicas espirituosas
• Condimentos
• Charcutería
• Helados
• Huevas de pescado y surimi
• Platos precocinados
• Postres preparados
• Productos de pastelería y repostería
• Refrescos
• Salazones
• Salsas emulgentes y deshidratadas
• Siropes y polvos para postres instantáneos

Intolerancia a los aditivos

Cabe destacar la intolerancia a los aditivos,  que muchas veces por sus síntomas se puede confundir con una alergia o intolerancia a los alimentos donde se encuentran.  Las personas con intolerancia toleran hasta una cierta dosis que depende de su sensibilidad, es decir, la sintomatología depende de la dosis, hasta no alcanzar una cierta cantidad no aparecen los síntomas.

Es necesario, limitar el consumo del aditivo por debajo del umbral de tolerancia, evitando el consumo de alimentos que sean ricos en los aditivos  a los que se tenga intolerancia.

Se recomienda consultar el etiquetado de los alimentos, aprendiéndose tanto el nombre como el E-xxx correspondiente.  Por ejemplo, el E-951 es el aspartamo, etc.

Los aditivos que provocan mayores reacciones de intolerancia son los colorantes artificiales, los conservantes, los antioxidantes y los potenciadores del sabor.

¿Qué importancia le das a los aditivos en la ingesta de tus comidas?

¿Revisas el etiquetado de los productos antes de comprar?

 

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