Qué comer en invierno: sugerencias nutricionales

En invierno deseamos comer alimentos que nos calienten el cuerpo, recurrimos a las sopas, pero hay muchas alternativas diferentes y no rutinarias. Debemos cuidar las calorías además de alimentarnos bien. Se puede hacer una dieta equilibrada y a la vez pasar el frío del invierno. Aquí te dejamos varias ideas y pone atención a los consejos nutricionales, muy importantes y nunca olvidarlos.

Comer sano y calentar el cuerpo

Con el frío se suele variar la dieta, nos apetecen platos diferentes y debemos aprovechar los alimentos de temporada. Al bajar las temperaturas, el organismo gasta más calorías y se necesita un aporte extra de energía. El cuerpo debe compensar el gasto, pero hay que tener cuidado.

Comer sano es comer bien, disponemos de  una amplia variedad de platos calientes que podemos tomar sin miedo a engordar. Como siempre hay que tener en cuenta nuestras circunstancias y buscar una variedad de platos para evitar entrar en la monotonía.

Lo bueno del invierno es que seguimos unos horarios más regulares, estudios, trabajos, … 

Alimentos y platos que nos ayudan a entrar en calor de manera saludable

Los ingredientes ideales para combatir el frío son: cebolla, ajo, jengibre, alcachofas, acelgas, espárragos, espinacas, zanahoria, lentejas,  puerro, apio, calabacín, calabaza, berenjena.  Con ellos podemos elaborar tanto platos principales como guarniciones de acompañamiento:

1. Cremas y purés con verduras y hortalizas: podemos utilizar por ejemplo (calabaza, calabacín, brécol, coliflor o  guisantes).
2. Wok con verduras y setas: una forma fácil y rápida de preparar alimentos vegetales, donde podemos variar la receta según nuestros gustos. Este tipo de platos nos da gran libertad, y también se puede incluir carnes poco grasas como el pollo.
3. Los caldos y sopas caseros son muy nutritivos, sobre todo si los preparamos con una combinación de verduras y hortalizas. Ten cuidado y desgrásalos previamente.  La sopa Juliana, la sopa de cebolla y  el caldo de verduras son opciones bajas en calorías.
4. Menestras, salteados de verduras y setas con ajo y/o cebolla.
5. Las legumbres no aportan tanta Energía como muchos erróneamente creen, lo que sí lo hace son los ingredientes que añadimos a los guisos o recetas (embutidos, carnes, etc.) Para reducir su aporte calórico, sin perder sus beneficios nutricionales, lo mejor es cocinarlas con verduras, más fibra y más saciantes.
6. Igualmente, ocurre con el arroz y la pasta, puedes incluir variedades integrales, tener especial cuidado con las recetas, raciones y las salsas.
7. Tortillas con verduras, basta con incluir una verdura como la espinaca a tu tortilla francesa.
8. Platos al vapor, hervidos o a la plancha, puedes incluir tus alimentos favoritos (carnes, pescados, verduras,…).
9. Verduras o patatas u hortalizas ( tomates, pimientos, …) gratinadas al horno.

No podemos olvidar las bebidas

Bebidas aconsejables: Infusiones, café y/o leche. Esenciales para conseguir una adecuada hidratación y hacernos entrar en calor, pueden relajarnos (menta-poleo, pasionaria, valeriana o lúpulo), activar el metabolismo y contribuir a la pérdida de peso (te verde, rojo, rooibos) o mejorar la digestión (infusiones con manzanilla, hinojo o comino).

HAY QUE EVITAR EL CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHOLICAS y las bebidas refrescantes azucaradas.

Por último, al cocinar hay que:

Reducir el aceite a la hora de preparar guisos, y sobre todo evita freír los ingredientes antes de añadirlos al guiso.

Evitar alimentos como quesos, mantequilla o nata, porque aportan calorías extras, puedes sustituirlo por leche o yogur.

Aprovecha para aderezar el limón o tus especias favoritas.

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