El asma bronquial es una enfermedad que se desencadena por diversos factores, algunos de los cuáles pueden ser de carácter nutricional. A continuación, vamos a incluir unas pautas nutricionales para asmáticos que pueden ayudar a mejorar su salud por disminución e intensidad de los brotes.
Pautas nutricionales para el Asma
- Controlar posibles alergias alimentarias. Su incidencia es mayor en personas asmáticas. Es preciso observar la tolerancia que presentan a los diversos alimentos y aditivos, algunos de los cuáles pueden desencadenar una crisis asmática. Por ejemplo, las personas alérgicas al polen pueden padecer mayor incidencia de asma en las épocas de exposición si están consumiendo alimentos que provoquen alguna intolerancia. Es necesario abstenerse de consumir alimentos cuya ingesta produzca la aparición de cualquier tipo de malestar ya sean digestivas, dolores de cabeza, …
La tartracina E-102, (colorante alimentario naranja, sustituto del azafrán) puede desencadenar crisis de asma.
Los sulfitos E-221 al E-228 debe ser consumido en dosis mínimos en asmáticas.
- Mantener un correcto peso corporal, se observa mejora al disminuir el sobrepeso de los pacientes. En sus dietas de adelgazamiento no disminuir grasas vegetales con vitamina E y pescados.
- Elegir grasas saludables, con efecto antiinflamatorio (ricas en omega 3, como el pescado), controlar el consumo de carne y disminuir la manteca de cacao y los derivados de la leche ricos en grasa saturada.
- Aumentar los antioxidantes. La gran superficie de los pulmones que está en contacto con el aire y otras sustancias tóxicas o que pueden provocar una respuesta inflamatoria requiere de una gran dosis de antioxidantes para su protección.
Los antioxidantes tienen la función de neutralizar la abundancia de radicales libres que se pueden encontrar o que se forman en los tejidos pulmonares, y a la vez algunos antioxidantes, como muchos flavonoides vegetales, ejercen una acción antiinflamatoria. Los encontramos en cebollas, ajos, té, puerros y frutas.
- Consumo de suficientes alimentos vegetales, ejerce una gran protección para el pulmón.
- Reducir el aporte de sodio. En las personas asmáticas, se ha comprobado la relación entre la disminución del aporte de sodio y sal de la dieta y la disminución de la respuesta asmática.
- Tener un aporte suficiente de Magnesio, 500 mg diario. El estado de estrés, tanto físico como intelectual, causa una importante pérdida de magnesio. Se recomienda el consumo de alimentos ricos en este mineral (legumbres, frutos secos, pescados y mariscos), aunque también se encuentra en otros alimentos como carnes, huevos, patatas, pero en menor concentración.
- La vitamina A y los carotenos son claves para el correcto mantenimiento de las mucosas que recubren todo el aparato respiratorio.